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El ex alcalde Cristián Labbé, quien mantuvo su plena confianza en la institucionalidad del partido UDI y de los anuncios de primarias democráticas por parte de sus dirigentes, hoy observa como toda la “palabrería política” se derrumba, ante las declaraciones de la UDI y de los dirigentes de Chile Vamos.
Los timoneles han “bloqueado” la realización de primarias en Providencia, para impedir cualquier posibilidad de Labbé para postular como candidato, pese a ser la opción con mayor intención de votos, según todas las encuestas presentadas hasta la fecha.
En pocas palabras, no se aplicó democracia, se entregaron mensajes falsos a la ciudadanía y se engañó al ex alcalde, ya que se le había asegurado que existiría un método confiable y transparente, para que democráticamente se defina entre su candidatura o la de la ex candidata presidencial, Evelyn Matthei. En su minuto, la misma Evelyn Matthei, dijo que ella quería primarias y no ser una candidata impuesta por la UDI, sin embargo, ante los actos recientes, Matthei no ha realizado declaración alguna.
Cabe recordar que años atrás, fue el partido UDI el que insistió permanentemente por traer a Labbé a militar en la hoy cuestionada contienda política. Tras varias insistencias, el entonces edil mejor evaluado del país, decidió firmar como militante de ese partido, para colaborar en el crecimiento de la UDI. Hoy, el mismo partido en el que creyó y apoyó, literalmente traiciona al bien comportado y respetuoso militante Labbé, ya que al parecer, “no les serviría” para las intenciones actuales de la contienda de derecha, la que intenta “revivir” tras los escándalos de corrupción y procesamientos judiciales a sus líderes fundacionales.
Labbé también estaría siendo golpeado por el partido, ya que cuando el ex edil tenía plazo legal para renunciar y levantar una candidatura independiente, la UDI le aseguró de que no era necesario ya que se garantizaría que podría competir en primarias y ganar con el voto, su derecho a postular. Al parecer, Larraín y Cia, olvidaron dicho compromiso, o todo fue parte de un plan para engañar al ex alcalde, hasta último minuto y obligarlo a renunciar “por dignidad” a su candidatura.
La actual directiva liderada por Hernán Larraín (político peor evaluado junto a Pizarro), también ha realizado cuanta acción sea necesaria, para intentar “borrar con el codo”, cualquier lazo con el gobierno militar chileno, llegando al nivel de decir públicamente, que nunca lo apoyó, siendo que dicha colectividad fue fundada por sub secretarios del general Augusto Pinochet.
Ante la alta desaprobación ciudadana hacia Larraín, además de ver caer todo el proyecto UDI por corrupción, el partido ha decidido cambiar de imagen corporativa, nuevo logo, nuevos colores y adoptaron la determinación de cortar la cabeza de quien no les sirva para su proyecto de resucitar al alicaído partido, el que ha perdido el rumbo y la confianza del país. En definitiva, la UDI parece estar aterrorizada ante posibles resultados catastróficos en las próximas elecciones municipales.