Negacionismo y Libertades condicionales

Por Roberto Hernández Maturana

Se acaba el año 2018 y ciertamente podemos decir que no ha sido un buen año para los ex uniformados presos y perseguidos políticos.

Desilusionados una vez más de la falta de cumplimiento por parte del gobierno  de su propio programa, y de los compromisos contraídos durante la campaña presidencial, el mundo militar en retiro ve con preocupación y tristeza como la persecución político – judicial de sus pares continúa corregida y aumentada.

Sólo este año ocho de ellos murieron en prisión esperando un indulto presidencial que nunca llegó, solicitado por razones humanitarias derivado de la condición de edad o salud de los solicitantes.

La persecución a los ex militares y policías continúa, y continúa desgraciadamente ante la creciente indiferencia de una sociedad permeada por una campaña implacable a nivel nacional e internacional y que nació prácticamente desde los inicios del gobierno militar, para contar la historia a su plena conveniencia, logrando el olvido de la mayoría y la indiferencia ante la injusticia en la forma y en el fondo, en cómo se procesa a los acusados por delitos contra los derechos humanos durante el régimen militar, logrando así algo más dramático que el odio, cual es la indiferencia. El odio sí, lo mantienen vivo ciertos sectores de izquierda… y como no, si ya les ha redituado varios millones de dólares en indemnizaciones pagadas por el Estado por cada causa fallada a su favor.

Así el año se va, con una decisión del tribunal Constitucional ante la aprobación el pasado 20 de noviembre por la Cámara de Diputados, de la ley que aumenta las exigencias para que condenados por crímenes contra los derechos humanos referido a las libertades condicionales a quienes están en prisión, que dispone las exigencias para que los condenados por hechos relacionados con DD.HH. obtuvieran el beneficio cumpliendo dos tercios de la pena (los reos comunes el cincuenta por ciento) y, y haber colaborado con la investigación, aunque el TC determinó que no exigirá la expresión arrepentimiento público a reos acusados por estos delitos.

De esta forma, no importando una conducta intachable previa o durante el cumplimiento de la pena o que algún preso presente edad muy avanzada, o se encuentre aquejado por enfermedades graves, terminales o invalidantes, deberá conforme lo dispone la ley, morir con casi toda certeza en la cárcel. Por lo anterior, el abogado Adolfo Paúl Latorre ha dicho que “es válido preguntarnos si la justicia se identifica con castigo y si ese castigo ha de ser el encierro o un dolor equivalente al padecido por la víctima; lo que es más parecido a venganza que a justicia.”

Otra mala noticia, no ya sólo para los ex uniformados presos y perseguidos políticos es el debate que se ha abierto por un artículo impulsado por la diputada del Partido Comunista Carmen Hertz, aprobado por la comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, y que busca incluir la prohibición del negacionismo dentro del proyecto de ley que tipifica el delito de incitación a la violencia, que ingresó al Congreso en la época de Michelle Bachelet. Este propone sancionar con penas de cárcel que podrían llegar hasta los 10 años -aunque otras podrían ser cumplidas fuera de las rejas-, multas de siete dígitos y sanciones más duras para funcionarios públicos contempla, hasta ahora, el proyecto de ley que busca tipificar la incitación a la violencia, al odio, y el negacionismo. Pero aún falta que llegue a la sala de la Cámara de Diputados. Puntualmente Carmen Hertz propone sancionar a quien justifique, apruebe o niegue las violaciones a los derechos humanos cometidas en Chile entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990, acreditadas por la Comisión de Verdad y Reconciliación (Informe Rettig), por la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación y la Comisión Nacional de Prisión Política y Tortura (Valech).

El texto, tal como se encuentra en este preciso instante, contiene además otra norma que esta vez sí preocupa al gobierno: una modificación que haría extensiva la responsabilidad de estos delitos a la persona jurídica, lo que, dado el caso, eso podría derivar en el cierre de medios de comunicación, o bien en el de una iglesia si un pastor determinado califica como autor de estos ilícitos.

Lo concreto es que este proyecto plantea poner una mordaza puntualmente a quienes reivindiquen al Gobierno Militar, con ese eterno relativismo de la izquierda que justifica las violaciones a los derechos humanos en las dictaduras de izquierda y reclama histéricamente la acción de gobiernos que no son de izquierda o los critican.

En Chile el Gobierno Militar terminó con un 44% de aprobación. Prácticamente la mitad de los chilenos consideró, en un comienzo, que fue un buen gobierno y quería prolongarlo en el tiempo, y aunque hoy esa cifra podría ser menor, quienes reivindican al Gobierno Militar tienen el legítimo derecho de expresar públicamente sus opiniones, sin que ello le signifique pena de cárcel.

Llama la atención que estudiosos de la materia, como la académica de la U. Católica y doctora en Filosofía, María Alejandra Carrasco, indique que la medida tiene tintes autoritarios. «De alguna manera, son precisamente los regímenes que cometen violaciones a los Derechos Humanos los que instituyen este tipo de leyes que prohíben decir cosas. Uno puede pensar en los artículos que contenía originalmente la Constitución de 1980, que prohibía el comunismo», explica.

Finalmente, los ciudadanos de a pie quedamos con las siguientes dudas:

¿Realmente el chileno común creerá que cuando la diputada Camila Flores o José Antonio Kast dicen que consideran que el gobierno de Pinochet fue bueno lo están haciendo con ánimo de injuriar?, ¿o se dan cuenta que ellos están defendiendo su propia visión ideológica?

¿Realmente se busca legislar para proteger la dignidad de los grupos victimizados que proclaman estar siendo sistemáticamente vulnerados con el discurso de otros, o se busaca limitar la libertad de expresión del adversario político devenido en enemigo, para que no puedan decir lo que en verdad piensa?

Para que vamos a hablar de La Araucanía y el desgobierno en la zona

En todos estos temas, es el Gobierno quien tendrá la última palabra, pero tristemente muchos chilenos tenemos cada vez menos esperanzas en lo que este haga… se ha caracterizado por el incumplimiento de sus compromisos y el no respeto a su propio programa.

Carabineros y la Crisis en La Araucanía

Por Hernán Nuñez Manríquez

Va a ser muy difícil recuperar el sentido de autoridad y respeto a Carabineros. Muy difícil.

Hoy Carabineros son agredidos impunemente en la calle, recientemente fue golpeado en el suelo hasta quedar inconsciente, un carabinero en pleno paseo Ahumada por manifestantes pro mapuches, evidenciándose la absoluta perdida de respeto a la autoridad policial.

Responsables de ello son el Presidente Piñera y sus ministros Chadwick, Pérez y el Subsecretario Ubilla, quienes durante un mes han hostigando al Alto Mando de Carabineros, se han empeñado en ventilar sus lamentables situaciones con megáfono desde el Patio de Los Naranjos, ansiosos y preocupados de remontar encuestas.

De esta forma han echado a 2 Directores Generales y miembros del Alto Mando Institucional, haciendo gala de su intervención en la institución con manifiesto afán de “cambiarlo todo”.  La vocera de gobierno Cecilia Pérez en una reciente entrevista radial, le da con todo a la policía uniformada, cuando hoy más que nunca Carabineros requiere el respaldo de las autoridades, terminando con los complejos y estereotipos referidos a los derechos humanos.

No olvidemos que la creación del “Comando Jungla” fue ideada por este gobierno, verdaderos “Cucalones policiales” alentaron la idea y fue el propio Presidente Piñera quien habló de terrorismo en La Araucanía. ¿Y que hizo cuando se empleó esa fuerza especial?, los colgó en la Plaza Pública.

Reforma de humo

Por Axel Buchheister Rosas, Abogado

El Presidente Sebastián Piñera anunció una reforma constitucional para terminar con el decreto fundado y la comunicación previa al Congreso, para que un primer mandatario pueda llamar a retiro a los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y el general director de Carabineros, ya que éstos “tienen que estar subordinados al poder civil y cuando el Presidente les pide la renuncia tienen que renunciar en el acto”.

Un argumento que es dudoso que justifique la reforma que se plantea. Desde luego, las FF.AA. y Carabineros están sometidas al poder civil, cuando la Constitución las define como esencialmente obedientes y no deliberantes. Además, lo están por el hecho que el Presidente puede llamar a sus jefes máximos a retiro según su criterio y en cualquier momento. Así es: que deba dictar un decreto fundado y comunicar la decisión a las cámaras no limita jurídicamente la atribución, ya que sólo él califica los fundamentos -el contralor únicamente verifica que se expresen en el decreto, pero no los puede calificar- y los cuerpos legislativos no están llamados a prestar su aprobación, sólo se les informa.

Entonces, ¿para qué se hacen esas exigencias si al final no constituyen mayor restricción? Porque considerando la Constitución a las FF.AA. y Carabineros como instituciones fundamentales de la república, quiere evitar que se politicen o se les maneje de forma inadecuada por el poder de turno. De esta manera, se ha establecido que llamar a retiro a uno de sus máximos jefes tiene un costo político para el Presidente, pues debe fundar sólidamente y formalmente su decisión, e informar a las cámaras legislativas, que sí pueden deliberar sobre el punto, que de hecho es su tarea. Y la ciudadanía resolverá en la siguiente elección. En suma, porque se genera un momento institucional que impide que la atribución se ocupe con liviandad u oportunismo.

Además, no se ha dado una explicación de por qué se hace necesario innovar en un mecanismo que se puso a prueba y funcionó bien. No pasó nada. De hecho, el único que puede haber salido perjudicado fue el saliente general director, porque -como dijo un comentarista- el contenido del decreto es “brutal”. Bueno, ese era el riesgo que corrió al no renunciar y pedir que se siguiera el procedimiento de llamarlo a retiro. Pero lo concreto fue que primó la voluntad presidencial, el trámite demoró 48 horas y nadie ha criticado el uso que se hizo de la atribución.

La propuesta parece tener perfume a distracción del debate público, con la discusión de una reforma constitucional que en verdad no aporta nada nuevo, pero que de tomar impulso cubriría las responsabilidades políticas “civiles” de lo sucedido, el deterioro de la aprobación gubernamental y la falta de una agenda de fondo en otras materias. Y eso es precisamente lo que la Constitución pretende evitar: que se use a las Fuerzas Armadas y Carabineros como factor en la discusión política contingente. Así es que todo aconseja dejar las cosas donde están.

¿Se derechiza la derecha?

Por Luis Larraín Arroyo

Una diputada de RN se declara pinochetista, políticos chilenos se muestran junto a Bolsonaro, José Antonio Kast está cada vez más presente en la discusión, el gobierno no adhiere al Pacto Migratorio de la ONU. ¿Son hechos demostrativos de una derecha que se ha ido más a la derecha en sus posiciones?

No necesariamente. Primero, una precisión geométrica o geográfica si quieren. ¿Se han fijado que los de Puerto Montt hablan del norte para referirse a Temuco? Pues la gente de izquierda habla hoy de ultraderecha para referirse a la derecha. ¿No será que la izquierda chilena se ha polarizado y está viendo a la derecha cada vez más “al norte”? Porque después de la derrota en las elecciones presidenciales su movimiento ha sido hacia la izquierda, desafiando la lógica cartesiana. Si el electorado está a tu derecha, no debes moverte hacia la izquierda para seducirlo; y claro, si lo haces, desde allá todo se ve más a la derecha.

Lo que sí ha ocurrido, y este es un fenómeno global, es que hoy hay una derecha más consciente de sí misma, más confiada, más dispuesta a manifestar su opinión. Como ha sido señalado por varios, la izquierda ha perdido en los últimos años conexión con las demandas de la gente. Como dice Mark Lilla, siguiendo políticas identitarias e intentando representar minorías y sumar sus apoyos, lo que ha hecho la izquierda es alejarse del hombre común. Así lo indican las encuestas y los resultados electorales en diversos países. El progresismo, la obsesión por un lenguaje políticamente correcto, tiene cansados a muchos. El intento de establecer una “policía del pensamiento” que nos señala los límites de lo que es posible decir u opinar ha llevado a mucha gente a rebelarse y movilizarse votando por partidos de derecha que captan mejor su sentido común. Esto es patente en temas como las migraciones. La mayoría, incluyendo los inmigrantes, quiere que exista una migración ordenada, regulada, que no tensione a los países receptores, sino que permita ir acogiendo a los extranjeros que desean radicarse en otro país de una manera armónica. Pues bien, si manifiestas esa opinión te dicen que eres xenófobo, racista, fascista, primitivo, básico. La gente se cansó de eso.

A lo Malo Olvido y al Futuro lo Bueno le Pido

Por Cristián Labbé Galilea

En estos días es fácil comprobar que las personas en general, a pesar de estar agobiadas por todo lo que implica un fin de año en lo laboral, lo familiar, lo económico, etcétera, andan con un ánimo muy particular…  andan en “buena onda”. ¿Será que están pensando en las vacaciones? Es posible, pero es más probable que sea porque  se tiene la esperanza de que con el año nuevo llegarán cosas buenas, atrás quedará lo negativo…

A cada rato escuchamos: ¡feliz año!… ¡venga un abrazo!… “bendiciones don Fulano”… “que le vaya bien don Zutano…”  Claramente hay poco espacio para lo negativo. Es tan así que uno de mis contertulios, un pesimista de “tomo y lomo”, me llamó para desearme suerte durante el año que comienza y, cuando le pregunté cómo estaba su ánimo, me sorprendió con su respuesta… “¡bien!”, y después de un corto silencio agregó en un tono esperanzador:  “pero no te preocupes, se me va a pasar”…(¡Plop!)

Cuento esta historia porque no es muy distinta a lo que he escuchado en estos días… Existe la percepción de que el año que termina nos deja un “sabor agridulce” (más agri… que dulce): partimos con muy buenas expectativas, se iniciaba un nuevo gobierno que prometía “tiempos mejores”; pasaron los meses y, después de una instalación lenta y con tropiezos, el gobierno fue perdiendo el apoyo ciudadano hasta terminar el año en su mas bajo nivel… Ni hablar del gabinete que -salvo contadas excepciones- no logra un protagonismo que genere adhesión y confianza…  Los partidos políticos -de uno y otro lado- enfrascados en luchas intestinas que dan cuenta de que lo único que les interesa es el poder… Los parlamentarios abstraídos de la realidad que afecta al ciudadano común y corriente se han concentrado en legislar sobre temas que en nada ayudan a crear un clima político optimista…

Dado el ambiente que se respira en estos días, y del cual dan cuenta estas líneas, nos ahorramos el tener que hacer referencia a los escándalos que han afectado a las principales instituciones de nuestra sociedad y que dan para “un batido y un fregado”, temas que… si queremos ser realistas, no tienen explicación alguna.

No caigamos en el negativismo… también hay “aspectos con dulce sabor”. Sin duda este gobierno logró parar la caída que traía nuestro país en todo sentido, demostrando laboriosidad y aplicación en temas sociales como en la educación y la salud, con lo cual el ciudadano común ha mantenido expectativas moderadamente positivas sobre el futuro… Este segmento que es la mayoría del país, y que se reconoce como “aspiracional”, está consciente de que las cosas serían distintas si la izquierda hubiese ganado las elecciones… y este punto no es menor.

Por último hay que pensar, en estas horas de balance y de proyecciones, que “toda noche, por oscura que parezca, tiene su amanecer…”. Este pensamiento, que ha movido a la humanidad a través de los tiempos, es la clave que tiene que inspirarnos para dejar atrás la odiosidad, la inseguridad, la incertidumbre… y tomar definitivamente el camino del orden, el bienestar y el progreso en lo político, lo económico y lo social. Para un año nuevo que recién comienza… da la impresión que no es mucho pedir…

¡A lo malo olvido y al futuro lo bueno le pido!

¡Por favor, seamos sinceros!

Por Roberto Hernández Maturana

Se evidencia cada día que muchos políticos de derecha – perdiendo sintonía con la ciudadanía – no se la juegan por quienes votaron por ellos y prefieren quedar bien con Dios y con el Diablo, creyendo así que esto les dará réditos en las encuestas y en la próximas elecciones.

Esto que en una primera mirada pareciera ser “conveniente” para sus intereses, a la larga les terminará pasando la factura.

No llama entonces la atención que hoy Joaquín Lavín, declarado “Bacheletista – Aliancista”, político camaleónico y edulcorado, fiel servidor del gobierno militar y antiguo férreo admirador de Pinochet (no olvidar su libro “La revolución silenciosa”, todo un panegírico al gobierno militar), devenido después en crítico del mismo, arrepentido de haber votado por el “sí”, haya sido nombrado en la última encuesta CEP con un 48% de evaluación positiva, con un solo 20% de rechazo.

Ese 20%, obviamente no significa que el otro 80% lo apruebe, sino sencillamente  que muchos de quienes no piensan como él, es decir los votantes de izquierda que no votarían por él, no lo rechazan.

Por el contrario, lógicamente al parecer todo político que toma una posición medianamente clara -sea de derecha o izquierda- tiene un tercio de los encuestados en contra: una desaprobación automática de los que están en las antípodas, que lo rechazan por principio.

Por ello  las encuestas son engañosas,  y especialmente la derecha, preocupada de gobernar “cosísticamente” y con efecto inmediato, traiciona tan a menudo su propio programa de gobierno, olvidando sus compromisos de lograr mayor seguridad, justicia “justa”, probidad y mejoramiento económico.

Pero al final las cosas naturalmente toman su curso, más allá de las acciones de esos políticos y de lo que dicen sesudos periodistas y analistas políticos, convencidos de que la mayoría en Chile somos un conjunto de estúpidos a los que es necesario “traerles la luz” cada día.

No llama entonces la atención del ciudadano común, pero al parecer sí a los políticos y analistas, que al término de la reunión del comité político -que fue liderado, de manera inusual, por el el Presidente Piñera – el jefe de bancada Evópoli, Luciano Cruz-Coke señalara que podría existir una fuga masiva de militantes de los partidos oficialistas para ir a apoyar a José Antonio Kast, advertencia que lanzó tras la renuncia del diputado Ignacio Urrutia a la UDI, quien se sumó a Acción Republicana.

A lo anterior, se suma la muy ovacionada declaración de la Diputada Camila Flores en el último Consejo de RN: «Soy pinochetista y lo digo sin problemas», llamó a sus partidarios a «dejarnos de complejos, porque nosotros cumplimos», también está la reciente reelección de la Senadora Jacqueline van Rysselberghe como presidenta de la UDI, en lo que va pareciendo un lento pero continuo alineamiento de las fuerzas políticas.

Los Chilenos necesitamos dejar atrás los eufemismos y tener las cosas claras sobre sus autoridades o quienes pretenden serlo…, eso se agradece, y que ello sea ahora y no solo en tiempos de elecciones…

Por otra parte, en una muestra clara de incumplimiento a los compromisos  contraídos y al programa propuesto a todos los chilenos, el gobierno de Sebastián Piñera persiste en mantener la injusta situación procesal y penal que aflige a cientos de ex uniformados, la mayoría hoy ancianos, que son perseguidos bajo un sistema procesal penal derogado en Chile el año 2005, pero que continúa aplicándose sólo al ellos, acusados y condenados muchas veces solo a base de testimonios vagos y sin pruebas concretas, y a los que se les niega persistentemente cualquier beneficio penitenciario, no importa la irreprochable conducta antes o durante la prisión del ex militar.

De esta forma, el Ministro de Justicia Hernán Larraín manifestó que el gobierno no recurriría al Tribunal Constitucional para impugnar el proyecto de ley sobre libertades condicionales, que hoy se tramita en el congreso y que ya aprobara la Cámara de Diputados, reformando  el sistema de libertad condicional para las personas condenadas a penas privadas de libertad, y que endurece los requisitos para los sentenciados por violaciones a los derechos humanos (léase ex uniformados),  incorporando requisitos adicionales para postular a dichos beneficios, como el «cumplir con los dos tercios de su condena» y «haber colaborado sustancialmente en el esclarecimiento de los delitos», o bien «haber aportado antecedentes serios y efectivos en otras causas criminales similares, además de haber manifestado arrepentimiento mediante una declaración pública que signifique una condena inequívoca a los hechos y conductas por las cuales fue condenado y por el mal causado a las víctimas y familiares».

Así, el ministro Larraín sostuvo que el Ejecutivo iba a esperar el fallo del TC “sin otra intervención”, aludiendo a que ya habían argumentado su posición durante la tramitación del proyecto en el Congreso, aunque agregó, solo se remitirán a enviar un informe con observaciones al tribunal, pero en ningún caso se harán parte del proceso y, por tanto, no enviarán un abogado a alegar a ese tribunal.

Deja en claro entonces el Ministro, la verdadera posición del gobierno, que una vez más y por segunda vez, traiciona los compromisos adoptados con el “mundo militar en retiro”… en las campañas electorales de Sebastián Piñera en 2009 y  2017.

Sin embargo, poco a poco las cosas comienzan a sincerarse entre nuestros políticos. Los diputados de la UDI Juan Antonio Coloma y Osvaldo Urrutia le pidieron hoy al gobierno hacerse parte del proceso que se abrió en el Tribunal Constitucional en torno al proyecto de ley de libertades condicionales.

La normativa efspachada en noviembre pasado por el Congreso, fue impugnada por los diputados y senadores de RN y la UDI, bajo el argumento de que parte del texto contravendría una serie de derechos consagrados en la Constitución.
En concreto, el requerimiento de los parlamentarios oficialistas pide al organismo dejar sin efecto el artículo 3° bis, el que establece que en caso de delitos de lesa humanidad, los condenados deberán haber cumplido, al menos, dos tercios de la pena, haber colaborado de manera sustancial con la investigación y haber manifestado “arrepentimiento” por los crímenes cometidos, requisitos que, a juicio de los requirentes, harían prácticamente imposible que esa población penal pueda optar al beneficio.

Los diputados fueron más allá y apelaron ante Larraín, manifestándole que “el Ministerio que usted dirige, y el gobierno del cual formamos parte, no puede ni debe permitir que disposiciones contenidas en esta ley nazcan a la vida jurídica, porque sería la consagración de la venganza por sobre el derecho, ya que la libertad condicional en los términos planteados constituiría una infracción grave a los derechos humanos…”.

El gobierno hasta este momento prefiere hacerse el sordo, sigue mirando las encuestas, pensando en ellas  en forma oportunista, olvidando que ellas son una fotografía del momento. Pero más que fotografías, la gente al final quiere ver una radiografía…, algo más profundo, algo que le muestre el alma, el interior de quienes les gobiernan…, y eso al final es lo que queda. Por ello, hoy pareciera que aburridos de ambigüedades y este “buenismo maniqueo” impuesto por foros y organismos internacionales,  los ciudadanos se están sincerando en sus posiciones…, quieren identificar claramente a sus políticos: sean de derecha o de izquierda, y ello no significa necesariamente la eliminación del otro… sino el ejercicio democrático de las mayorías… Los del “centro” deberán escuchar lo que un vez dijo Abraham Lincoln, presidente de los EEUU: Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.

El violinista en el tejado

Por Cristián Labbé Galilea

Cada cierto tiempo cumplo con el rito de releer (más bien hojear) algún libro de aquellos que en su momento nos hicieron pensar, o con la práctica de recordar canciones de nuestra “belle époque”,  o con el culto de dar ojos y oídos a ese musical con el que disfrutamos años atrás.

Mientras estaba en esa vieja manía y pensaba en la contingencia, se me vino a la mente como por arte de magia… “El violinista en el tejado”, y no crea mi ilustrado lector que estaba pensando en “si yo fuera un hombre rico…” ni nada que se le parezca; muy por el contrario, estaba meditando en la realidad política que estamos viviendo.

Con más convicción que tranquilidad y sin dejar de ser optimista, tarareando sus contagiosas canciones, recordé que esta obra estaba basada en una novela del escritor ruso Sholem Aleijem, cuya versión musical fue estrenada en Broadway en 1964, y que daba cuenta, usando como metáfora la idea de un violinista en el tejado, sobre la inestabilidad de la vida en Rusia en su época (1905).

Como todos los clásicos que no terminan en “el cementerio de los libros olvidados”, esta obra musical mantiene su vigencia, al plantear temas relativos a los valores humanos, la solidaridad, la familia, y con la forma en que -sin renunciar a la historia y a las convicciones- deben enfrentarse las dificultades, las adversidades, así como las inestabilidades políticas y sociales.

Nada más atingente con temas que copan la agenda política, económica y social de nuestro país, y que –pareciera- no se van a solucionar tan fácil como le resulta a Tobías (Tevye) -el lechero y protagonista de la obra-, quien debe asumir los cambios… sin perder en ningún momento el sentido de los valores en los que cree.

La Araucanía sin visos de pacificarse, los Carabineros cada vez más debilitados, las horas y horas perdidas en una “vergonzosa” interpelación al Ministro del Interior, el Canciller que queda “descolocado” frente a las descoordinaciones oficiales sobre el tema de las migraciones, la Contraloría General de la Republica con dos cabezas que miran cada una para su lado, la oposición que amenaza con oponerse a todo, la economía que no despega… son situaciones que dan cuenta de un gobierno que vacila, que se bambolea y que ha ido perdiendo la iniciativa, asumiendo una agenda contestataria que no responde a las expectativas que la mayoría se forjó hace un año.

Cuando el ritmo, la cadencia y los compases del ambiente político internacional, tintinean favorablemente para las ideas de la sociedad libre (libertad, orden, justicia, solidaridad, familia…), y cuando se percibe el hastío de la gente común y corriente con la política ambigua e indefinida que cede sus valores ante las presiones de minorías ruidosas…  todo debiera apuntar a que el gobierno retome la iniciativa estratégica, defina la agenda política y actúe más en concordancia con los valores que tradicionalmente han hecho de este país un estado unitario y republicano… y menos al ritmo al que lo ha arrastrado su mal entendido progresismo.

No es fácil, claro que no… por lo mismo hay que tener optimismo y para ello nada mejor que recordar el monologo de Tobías al iniciarse este extraordinario musical: “¿Cómo guardamos el equilibrio? ¿Qué sería de nosotros sin nuestras convicciones?… ¡Sería una vida completamente inestable, como… ¡un violinista en el tejado…!”.

El «respeto» político a las FF.AA.

Por Carpóforo

Las Fuerzas Armadas chilenas cuentan con un prestigio internacional innegable, llenándonos de orgullo, junto con brindarnos la seguridad y el resguardo necesario para nuestras actividades diarias. Un par de situaciones desgraciadas no logra hacer daño en la arraigada confianza y admiración que sentimos hacia los herederos de centenarias tradiciones, donde el honor, la virtud y el patriotismo de los profesionales de las armas dejara puesto en tan alto sitial el nombre de la Patria. La mantención de una relación franca y directa con ellas, sin embargo, parece no interesar a la clase política, la que – en la misma medida que su propio prestigio se derrumba – cae en la liviandad de relegarla a un tercer o cuarto plano, privando a la sociedad de los significativos aportes que ellas podrían brindar, en muchas de las áreas del desarrollo nacional.

Lo que más llama la atención es que sea justamente aquel sector político que – erróneamente – cree detentar su absoluta simpatía y lealtad, quien mayor desprecio muestra hacia su conducta silenciosa y no deliberante, sin considerar el riesgo que ello implica por la apertura natural de vías de acceso a una izquierda ávida de oportunidades para recuperar o ganar posiciones perdidas. Justamente, es esa izquierda quien manejó con habilidad la relación cívico militar, a partir del momento en que se produjo la entrega del gobierno militar.

Recordemos que el mayor y mejor equipamiento de las fuerzas armadas chilenas no se produjo exactamente en el período en que ellas detentaron el poder político, sino que cuando gobernaban quienes,durante largos 17 años, habían sido sus adversarios. Fue en plenos gobiernos de izquierda cuando la profunda renovación de los obsoletos medios de combate, acompañada de una modernización general de las doctrinas y procedimientos de empleo, dotó a la nación de una capacidad de disuasión que no teníamos, probablemente, desde el término de la Guerra del Pacífico.

De acuerdo a la opinión de diversos analistas, de carácter ideológicamente transversal, es justamente la derecha política quien menos interés y respeto muestra por las fuerzas armadas nacionales y por los valores y principios que éstas promueven, representan o sustentan. Dicha opinión coincide con la escasa participación de los grupos sociales que con ella se identifican en las tareas de defensa de la Patria, lo que va desde la nula presencia de ésta en el Servicio Militar Obligatorio – hoy de carácter voluntario – hasta la concurrencia o integración a las actividades de preparación de la movilización nacional, como sucediera en el año 1978.

Por cierto que hubo algunos empresarios que aportaron medios y recursos para apoyar la preparación de la defensa de nuestro territorio, pero quienes debieron resistir por meses el inhóspito clima de las pampas australes, islas y heladas montañas, fueron casi exclusivamente quienes provenían de familias humildes y sencillas, cuyo sentido patriótico, junto a la honesta entrega de sus oficiales y suboficiales, permitió que se ganara finalmente la paz.

Ante la irrefrenable ambición de poder mostrada por la mayor parte de una clase política que no trepida en aprovechar cada oportunidad para cosechar votos, influencia o figuración, es imposible no lamentar que sea justamente el sector que representa una ideología internacionalista y antipatriótica quien explote en su favor el desamparo en que hoy se mantiene a los militares.

Confirma las apreciaciones anteriores, el hecho de que sea la derecha política actualmente en el poder quien ha dado las más fuertes señales de menosprecio hacia el mundo militar, tal vez creyendo que la venganza desatada por la izquierda en contra de los viejos soldados en retiro bastará por sí sola para que los uniformados se acerquen a sus filas y los apoyen a ojos cerrados. La falta de realismo y la ignorancia soberbia que muestran muchos de los líderes de la derecha no les permite ver lo que realmente puede estar produciéndose en las filas de las instituciones armadas.

Mientras mayor es la crisis que vive una organización, mayor es importancia del liderazgo, lo que hoy, en medio de los problemas que aquejan a algunas de las instituciones armadas, simplemente no es posible esperar de parte del gobierno. Especialmente, cuando observamos la actuación de quien ostenta el honor de ser el Generalísimo de dichas fuerzas, erigido en tal cargo con la salvadora contribución de los votos de la familia militar.

Ya en su primer gobierno, el actual mandatario dio muestras de su distanciamiento con el mundo de los uniformados, al dejar de asistir a la ceremonia del mayor simbolismo patriótico: el Juramento ante la Bandera Nacional, en aquella oportunidad canjeado – como si se tratara de puntos de Lan Pass – por un partido de fútbol en Méjico. En su segundo mandato, junto dejar de cumplir – por segunda vez – su promesa de solucionar la injusticia que afecta al mundo militar en retiro, la máxima autoridad nacional vuelve a malentender los protocolos, ritos y tradiciones militares, al comunicar a última hora su decisión de no asistir a la graduación de los oficiales de las Academias de Guerra, actividad que históricamente ha encabezado el Presidente de la República.

A buen entendedor, pocas palabras. No basta con explicaciones torpes y desatinadas, como se acostumbra en el ambiente de palacio, para justificar la ausencia del presidente a esta actividad, programada con meses de anticipación, al igual que el Juramento a la Bandera de Chillán del año 2010. La torpeza demostrada por sus asesores consiste en no comprender que de este grupo de oficiales graduados es desde donde saldrán los futuros mandos superiores de las instituciones, generando con su inasistencia la reciprocidad correspondiente al desprecio recibido.

El respeto a los valores republicanos constituye una responsabilidad general, para todos los chilenos, pero – sin duda alguna – representa un obligación ineludible para quien sea ungido con la máxima autoridad del país, recibida a través del voto con el que el pueblo le ha delegado el poder. La República de Chile ha forjado su existencia independiente, en gran parte, gracias a la capacidad de imponer sus términos por la razón o la fuerza, rol último en que las armas nacionales han jugado un papel preponderante. La razón, entretanto, no le habría servido de nada si no hubiera sido sostenida por la fuerza de las armas, elemento clave para disuadir revanchismos o ambiciones dañinas.

No es posible entonces que tengamos autoridades que muestren este grado de alejamiento de los valores esenciales de nuestra nacionalidad, sin que ello provoque el rechazo de quienes sentimos a la Patria como un factor de unión, de progreso y en ningún caso como una inversión de la cual obtener beneficios. Si la primera autoridad nacional pretende menospreciar el rol de las FF.AA., estará restando valor a uno de nuestros baluartes republicanos más preciados, justamente en contraposición a los sentimientos de quienes lo han puesto en el alto cargo.

Venezuela una «Dictadura Científica»

 Extractado de https://noticiasvenezuela.org

Eduardo E Hurtado, un ex integrante de la Fuerza Aérea Venezolana, acaba de publicar un libro llamado La Franquicia Cubana, una dictadura científica el cual incomoda al régimen venezolano y todos aquellos que han adoptado esta nueva manera de dominar las masas a través del engaño y el adoctrinamiento. Eduardo Hurtado, fue miembro de la Fuerza Aérea Venezolana donde trabajó en tránsito aéreo y en defensa antiaérea. También es veterano de guerra del Ejercito de los donde curso una especialización en Aviónica y Armamento de Helicópteros Apache AH-64D. Con el tiempo formó parte de una unidad especial de inteligencia geoespacial. Hurtado posee dos licenciaturas y una maestría al igual que una avanzada carrera Professional, con todo ese  cuadro de formación, sobre todo en investigación e inteligencia, se sentó y escribió un libro donde explica con lujo de detalles como los hermanos Castros desarrollaron una metodología perfecta en conjunción con el gobierno de Rusia y lo han estado implementando de manera exitosa en Latinoamérica, han descubierto como lograr manipular las masas a través de esta franquicia con el fin de perpetuarse en el poder de manera eterna.

*¿Por qué es una dictadura científica?*

Es una dictadura científica porque todo está planificado de manera organizada, todo lo que pasa en Venezuela y América Latina, está cuidadosamente estudiado en salas situacionales y desarrollado en teatro de operaciones que ejecutan estas estrategias quienes hacen mediciones en tiempo real para ir monitoreando los resultados de sus estrategias. Nada es casualidad, ha sido diseñado con métodos de guerra psicológica que apuntan a crear caos, confusión, hambre, desesperanza porque saben que estas características son vitales para controlar las masas mas desvalidas.

*-¿Lo que pasa en Venezuela y en Latinoamérica, está preparado?*

Efectivamente, las masas creen que todo es casualidad y el estado juega con la inteligencia emocional del pueblo, dicen lo que ellos quieren escuchar y mantienen la esperanza otorgando migajas de beneficios manteniendo el adoctrinamiento total de los necesitados, mientras mas pobres tengan al ciudadano mas dependiente serán del gobierno y por eso manipulan el sistema económico de tal manera que el ciudadano común deba acudir a ellos para poder subsistir.

*-¿Que puedes decir sobre la crisis económica, la destrucción de las empresas?*

Todo eso es un plan del Estado para generar una sociedad adoctrinada ya que una sociedad adoctrinada no ofrece resistencia, aplican la teoría del caos, con un propósito definido destruyen la capacidad de sustentar una economía estable en el país, un ser que no tenga estabilidad es un ser manejable. La idea en este macabro plan es que para que pueblo sobreviva deba arrollidarse ante el tirano dictador y sus secuaces.

*-¿Háblanos un poco de esa Franquicia cubana?*

Los cubanos se aproximaron a los Estados Unidos cuando Fidel Castro llego al poder pero los EUA no quisieron nada con el comunismo, entonces este se aproxima a los rusos y aplican el método ruso en su propio país Cuba el cual de manera exitosa lleva una experiencia de casi 60 años y por ende deciden formar esta corporación con sede en Sao Paulo. Cuando digo franquicia cubana no me refiero a los cubanos, hablo de los Castros y al sistema de gobierno que ellos implementaron en la isla.

Fidel Castro, quien por sus poderes psíquicos fue nombrado como el elegido crea el Foro de Sao Paulo y allí al estilo de desarrollo comercial para su tan golpeado país negocia esta manera estratégica de permanecer en el poder de manera eterna y a cambio de la venta de esta franquicia recibe millonarias ganancias, la franquicia viene conjuntamente con asesoría en materia de guerra psicológica, espionaje, entrenamiento, manipulación y un sin numero de estrategias que incluyen como manipular la opinión internacional y como hacer dinero usando el narcotráfico entre otras actividades ilícitas.

*-¿Una de las cosas que hemos observado es que en América Latina ha habido muchas elecciones donde han ganado los supuestos franquiciarios. Pero Cuba nunca hizo elecciones?*

Cuba hace elecciones lo que pasa es que siempre gana el régimen pero eso es un protocolo para el mundo. En Venezuela desde el ano 2006 las elecciones fueron un acto protocolar, al mismo tiempo compran tiempo mientras se crea una oposición falsa que servirá de barrera de contención para retener al pueblo en momentos de estallidos sociales, Corea del Norte, Rusia, entre otros países que están asociados se ejecutan elecciones pero sus sistemas electrónicos ya están manipulados de tal manera que siempre ganaran ellos, recordemos que estamos en el mundo de la nueva tecnología y es fácil hacer trampa evadiendo las auditorias.

*-¿Venezuela está llegando al límite de los 20 años que es cuando la franquicia se vuelve eterna?*

Podría ser eterna.  Ellos han dado en el clavo, han seguido el manual de los castros al pie de la letra y llega un momento en que ya el país no se puede librar por si solo del sistema dictador ya que esta debilitado y adoctrinado a través del hambre.

*-¿Por qué la llamas dictadura científica?*

Porque es como un método científico. Hay un análisis perfecto con procedimientos que se ejecutan al pie de la letra, los primeros anos es una luna de miel donde el presidente envía mensajes populistas que llenan y conectan emocionalmente con las masas mas desvalidas, la ingeniería social sabe lo que el pueblo quiere escuchar, esto es un plan que se ejecuta en un largo periodo, la idea principal es hacer que el termino «política» sea aborrecido de manera que cuando llegue la opción populista vendiéndose como empresario y no político va a conectar con el país y lo elijen presidente, luego vendrán los abrazos con la gente, promesas de justicia social, ajustes económicos a favor del pueblo y un poco de beneficios sociales de manera que la impresión que da el dictador es de un hombre de pueblo y para el pueblo que ama a la patria antes que a todo interés corporativo. Una vez logrado esa confianza empieza a generar una estrategia de mercadeo político haciéndole creer a las masas que los cambios que se van a ejecutar son por el bien del país y dividen el estilo de gobierno actual en un antes y un después, todas las cosas malas se las achacaran a los gobiernos anteriores de manera que nada será culpa de ellos. Crearan una oposición falsa y ejércitos paralelos que contrarresten la lucha social cuando esta se quiera defender del sistema, quitaran el dominio de las armas y militarizan al país con lideres que ya han comprados. Mientras tanto, la franquicia cubana provee de un sistema organizado de espionaje que infiltra en el país al estilo caballo de Troya y en lo que el país se de cuenta seria tarde para reaccionar. Las ayudas sociales aumentan con dadivas al pueblo de manera que se acostumbren a recibir del gobierno quien crea una dependencia de ellos, los manipula y los mantiene comprados con limosna y no los enseña a trabajar para progresar, el sistema educativo es cambiado para adoctrinar a las masas bajo este nuevo sistema que se implementa.

*-¿Qué objetivo persigue este libro?*

Educar y quiero dejar en claro que para resolver un problema primero hay que entenderlo y las masas que han sido manipulada no creen lo que pasa porque han sido manipulados por los medios de comunicación que se prestan a este adoctrinamiento. Si Venezuela hubiese tenido este libro hace 20 anos la historia hubiese sido diferente hoy, tenemos la oportunidad de advertir al resto de Latinoamérica sobre lo que esta sucediendo y espero que todos se comprometan en esta lucha que incluso se esta desarrollando en los EUA y que si no logramos detenerla vamos a tener un caos de mayor magnitud en unos 10 anos mas.

En el libro se explican con claridad *85* estrategias usadas por este Sistema de control moderno y como las masas son sometidas a estas estrategias de engaño y adoctrinamiento y como psicológicamente las masas entran en estado de negación al no creer que esto este pasando en realidad y la verdad es que pasa ante los ojos de todos pero las masas no reaccionan y cuando reaccionan son conducidos por los políticos de oposición que son parte del problema también porque han sido comprados y creados para colaborar con este proceso.

Para resolver un problema primero debemos conocerlo, y desconocer la verdad te hace esclavo de las mentiras. Debemos aprender a pensar de manera objetiva y reconocer las manipulaciones tanto de los medios de comunicación que nos programan mentalmente como los políticos que nos hacen creer que nos hacen un favor con gobernar de manera mediocre. El poder lo tiene el pueblo y por ende pueden quitar a quienes los gobiernen mal. Crear conciencia de la nueva era moderna y de como nos destruye socialmente es una manera de conservar nuestra dignidad humana. Hay que educarnos sobre estos temas y compartir este mensaje cruel de un grupo de asesinos que se quieren perpetuar en el poder creando hambre y destrucción. El libro  pone al descubierto esta metodología de manera clara y sencilla, sin rodeos para que las masas puedan entender lo que pasa alrededor.

Chile 1975 – 1978 cosas de milicos y de rotos

Por Fernando Thauby García

Las amenazas vecinales a Chile se iniciaron temprano en la década de los 70. El ataque de Perú en la frontera norte se iniciaría el 5 de octubre de 1975. Perú estaba bien equipado, el 29 de Julio en el Día de su Independencia Nacional, mostró sus 54 tanques T-55 con cañones de 100 mm, 3 baterías de Obuses Yugoslavos de 105 mm; 60 tanques Sherman M-4; 100 tanques franceses AMX 13. Después llegaron, desde la URRS, 50.000 fusiles AK 47; 2 baterías antiaéreas SAM 3 y SAM 6 y una cantidad desconocida de misiles SAM 2 y SAM 7 y 30 helicópteros de combate MI 8, mientras Chile, en parte gracias a los buenos oficios del red set establecido en Washington, estaba sometido a un estricto embargo de armas, al que adherían nuestros buenos amigos los gobiernos de Francia, España, Suiza, Austria. Hasta los obreros escoceses de la empresa que hacía mantención a las turbinas de nuestros aviones Hawker Hunter se negaron a repararlas, asestándole un feo golpe a nuestro poder aéreo. Por esta acción posteriormente, fueron condecorados por el gobierno de Bachelet.

Ahí estuvimos los milicos y los rotos; lo que no teníamos en armas lo teníamos en espíritu de sacrificio, empuje, porfía y dureza. La fronda no estuvo ahí, que decir de los heroicos combatientes de la izquierda. La primera no se mete en esos asuntos, no es cosa de ellos, para eso hay otro tipo de gente y la segunda estaba en plena “resistencia”. No olvidemos que desde 1973 hasta 1975, después de la arrancadera magna de los revolucionarios, solo quedaron la hilachas del MIR que “no se asila”. Según Marco Enriquez – Ominami el es hijo de un combatiente revolucionario, según el Poder Judicial su padre fue un mártir de la represión, asesinado por pensar distinto. Mientras tanto, el PC preparaba su ejército para la Operación Retorno en 1978.

Los cubanos, solidarios ellos, le ofrecieron al general Morales Bermúdez de Perú, durante una visita a Cuba un ejército de 10.000 soldados equipados por los soviéticos. Morales se dio cuenta de inmediato para donde iba la jugada de Fidel, crear un Viet Nam entre Perú, Bolivia y Chile, con sangre nuestra. El peruano, inteligente, le dio las gracias y se volvió al Perú convencido que la guerra con Chile no iba para ninguna parte. Fidel, para no desperdiciar el ejército lo mandó a Angola donde, al mando del incompetente Che Guevara, fue derrotado inapelablemente y sus soldados sirvieron solo para abonar los campos africanos.

Entre 1973 y 1076 Piñera estuvo en EEUU haciendo su Master y luego su Doctorado en Economía en la Universidad de Harvard, donde pudo apreciar “el valor de la libertad, la democracia y las oportunidades de un país como Estados Unidos”. La presidente de la Cámara de Diputados Maya Fernández, en Cuba, disfrutaba de su condición de vástago de la elite revolucionaria. Los “exiliados” en Europa del Este divididos en dos grandes lotes, unos fabricando pernos y tuercas en una fábrica anticuada y mugrienta, escondiéndose para hablar sin que los grabaran, y otros “estudiando” marxismo y avanzando en la formación de su conciencia revolucionaria, además de hacer todo lo posible por sabotear los esfuerzos de “los rotos y los milicos” que se resistían a ser pasados por encima, mientras además arriesgaban el cutis para evitarla acción armada de la “resistencia”.

El Presidente de Perú tuvo el buen gusto de morirse oportunamente y dejó en condiciones a sus seguidores -encabezados por Morales Bermúdez-  de buscar una forma menos peligrosa de celebrar el centenario de la Guerra del Pacífico.

Argentina por su parte, venía dando tumbos en su economía, seguridad interna y en su régimen político. Los militares enfrentaban una disyuntiva difícil: embarcarse en un hecho militar heroico que “galvanizara” a las masas o el derrumbe completo y total del régimen militar. Se optó por el primer camino, que se materializaría mediante un ataque armado a Chile el día 18 de diciembre de 1978.

Y ahí partieron otra vez los milicos y los rotos. ¿Dónde estaban los Piñera, Espina, Chadwick y su inmensa parentela, los diputados y senadores, los jóvenes elegantes de Chile?, en varias partes, menos en el Beagle pasando frío y metidos en el barro esperando un ataque, desde septiembre de 1977 hasta mayo de 1979, como lo hicieron varios miles de Infantes de Marina. Tampoco en el Altiplano ni en la alta cordillera central con el Ejército. Menos piloteando un avión viejo y sin sistema de eyección. ¿Mareándose en un buque?. Eso es para “milicos y rotos”. Teillier por su parte, activando la “Operación Retorno”, preparando la “Operación Siglo XX” para asesinar al Presidente Pinochet, internando armas cubanas por Carrizal Bajo, vendiendo  o regalando drogas en las puertas de los cuarteles, volando torres de alta tensión, creando disturbios con niños de liceos y colegios en busca de “víctimas”.

En esos años Piñera, por lo menos, nos prestó un gran servicio, dice: “En 1978 obtuve la representación para Chile de las tarjetas de crédito Visa y Master Card. Entonces, creamos Bancard S.A. Que permitió a los chilenos acceder a esta nueva forma de pago y crédito”, por la cual le estamos muy agradecidos.

En estos días en los mentideros santiaguinos se dice que se estaría preparando, entre Macri y Piñera, una ceremonia en conmemoración de la paz alcanzada por el Gobierno Militar de Chile, en esos años. Ninguno de los dos personajes se involucró en ese tema. Es dudoso que tengan una idea mas o menos realista de lo que pasó y lo que se jugó. Del valor de los rotos, los milicos y los pacos; de la pericia y liderazgo del militar gobernante chileno.

Es esa dura y gloriosa historia la que nos pone muy en alertas para repudiar que, una vez mas, los demócratas de la fronda chilena, por complacer a su auditorio de izquierda,  repitan el cuento de que dos dictadores igualmente culpables estuvieron a punto de llevar a dos países hermanos a la guerra. La verdad es que las FFAA de Chile – los “milicos, los rotos y los pacos” –  impedimos que un dictador argentino mentalmente desequilibrado -con el apoyo entusiasta y multitudinario de la opinión pública de su país-  nos agrediera, solo para salvar su corrupta tiranía. No estamos en el mismo nivel, jamás.

Sinceramente creo que todos los que estuvimos ahí nos sentiríamos seriamente insultados si se nos pusiera en el mismo plano.

Los oradores de la fronda tengan cuidado con el vértigo de micrófono y la mirada de reojo a las encuestas. Se están metiendo con situaciones y personas que no conocen ni podrían imaginar como fueron ni como son ni menos como se portaron.

Respétese un poco más, diputado

Por Julio Cesar Rodríguez Sierra

Lo de los viáticos no es cuestión de plata, es cuestión de dignidad. El saber que existe ese viático es la última tocada de oreja, es la última burla en la cara, es la humillación del que tiene todo contra el que no tiene nada. Es el gol de cabecita en el piso cuando el arco está vacío. Por eso hoy escribo, por eso después de casi 10 años me siento frente a un computador a escribir una columna.

El hecho: nos enteramos hace poco, la gran mayoría de los chilenos, que existe para los parlamentarios un viático diario de casi 80 mil pesos que entrega el Estado para que diputados y senadores “lleguen” a trabajar al congreso. Día asistido, día pagado. El viático aunque exagerado podría tener cierta validez, pensamos, para representantes de algunas regiones apartadas del país. El problema es que también nos enteramos que este jugoso viático es aparte de los pasajes aéreos que ya están costeados por la Cámara. También aparte está pagado el estacionamiento en el aeropuerto, también aparte está costeada la bencina y por supuesto, aparte, el chofer. Y aparte el teléfono y también aparte la alimentación en los lujosos comedores del Congreso. Entonces este viático, en buen chileno, sería para pagar los alojamientos de la pocas noches que se quedan en la Quinta región o comerse un alfajor en la carretera.

El conflicto: Al entrevistar acerca de este tema a uno de los vicepresidentes de la Cámara Baja, el diputado Mario Venegas (DC), y cuestionar lo alto del monto para la realidad que viven los chilenos y para lo que realmente se ocupa, el diputado montó en cólera. Nunca se abrió a la mínima posibilidad de que este abultado viático fuera al menos discutible, rebajable o injustificado. Su argumento central: “así es por ley”. Lo que nos lleva a la conversación fundacional: ¿Lo legal es legítimo? ¿Lo que hoy es ley lo será para siempre o estamos a tiempo de modificar lo que creemos como país que no está bien? Luego su argumento real: “me respeto lo suficiente como para no ir a hostales”. Eso nos lleva a una conversación moral: ¿Son los parlamentarios los nuevos ciudadanos de primera clase en nuestro país? ¿Los propios parlamentarios son los que creen tener derechos y regalías superiores a los demás trabajadores de nuestro país?

La mirada: Visto con distancia, el tema va más allá del viático. El monto de los casi 80 mil pesos diarios para que puedan llegar a trabajar al Congreso no molesta solo por la cifra, sino por lo que significa. Es el ejemplo vivo de la asimetría en la que viven los ciudadanos de este país a diario. Es la muestra médica del sentimiento popular de que hay siempre unos pocos privilegiados que se las arreglan para tener todo, mientras otros no tienen nada. Es el sachet que se derrama frente a nosotros para darnos cuenta que los privilegiados no están dispuestos a dejar sus oscuras regalías para así poder volver a creer en ellos.

Las respuestas del diputado Venegas sólo vienen a confirmar que la situación de confort en la que están no cambiará, porque las leyes de las que habla las hacen ellos mismos. Porque cree fervientemente que el hostal donde duermen a diario camioneros, vendedores o estudiantes, no está a su altura, a su nivel.

Tres días de este viático es casi un sueldo mínimo. Un día de este viático es casi una pensión asistencial. No deberíamos ni hablar de un viático de alojamiento. Los sueldos de los parlamentarios, que están entre el 5 % más elevado de nuestro país, alcanza para pagarse un alojamiento el puñado de días que van a trabajar al Congreso. Todo lo demás ya lo tienen gratis. Al fin y al cabo no es cuestión de plata, es cuestión de dignidad. El saber que existe ese viático es la última tocada de oreja, es la última burla en la cara, es la humillación del que tiene todo contra el que no tiene nada. Es el gol de cabecita en el piso cuando el arco está vacío.

Ayer a las 15:40 llamó al Podría ser peor, de la radio Bio Bio, Rosa de los Andes. Llamó para contarnos cómo vive su largo mes con un día y medio de su viático. Por eso hoy escribo, por eso después de casi 10 años me siento frente a un computador a escribir una columna. No lo hago para que usted se respete un poco más, diputado. Lo hago por lo mucho que la respeto a ella.

Control Civil de Carabineros: Incompetencia político/policial

Por Fernando Thauby García

A raíz de una sucesión de hechos dolosos ocurridos en el Ejército y en Carabineros de Chile se ha desatado una tormenta de análisis, comentarios, recomendaciones, acusaciones y descalificaciones las mas de las cuales adolecen de una falta de información penosa. Hemos podido ver a ex – Ministros y Subsecretarios que critican los procedimientos y estructuras organizacionales existentes: ¿qué hicieron por cambiarlos?, ¿por qué vivieron en paz y armonía con ellos?, si los encontraban inaceptables y su gobierno no quiso cambiarlos, ¿por qué no renunciaron?.

Respecto a Carabineros, el Presidente Piñera, “sostuvo que lo prudente” es esperar los resultados de las investigaciones de la Fiscalía “y no quedarnos con la versión de una parte”. El argumento de Piñera fue que “ya se han cometido muchos errores, en muchos gobiernos, por confiar ciegamente en la primera versión de Carabineros. Añadió, precisando que se exigió al jefe policial “que digan la verdad, que no oculten nada”.

Un empresario, ¿acepta las informaciones del gerente de una empresa en crisis sin evaluarlas críticamente?. Es claro que quienes lo informaron incorrecta o parcialmente actuaron mal, incluso dolosamente, pero él mismo también tiene parte sustantiva de la culpa.

Le pregunto, en una materia delicada, ¿es razonable quedarse con la versión de una parte o confiar ciegamente en la primera versión?. No, es evidente; es la precipitación por evitar “costos” políticos lo que lleva a la autoridad civil a no discriminar y terminar pagando el doble.

Esa confianza ciega que defrauda a que alude el Presidente es algo muy grave que se repite reiteradamente y que, al menos a mi juicio, esconde incompetencia y frivolidad de muchas autoridades políticas/civiles.

El 15de febrero de 2011 el Gobierno de Piñera promulgó la ley que aumentaba la dotación de Carabineros en 10.000 personas mas al año 2014. El Ministro del Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Hinzpeter, señaló que “nuestro Gobierno está cumpliendo con aquello con que se comprometió en la campaña presidencial y en estos 11 meses de Gobierno”,

En esos días el suscrito asesoraba a un miembro de la comisión de defensa que aprobaría la ley. Cuando pedí el proyecto me dieron el proyecto de ley, cuando insistí en “el proyecto técnico”, me dijeron no lo conocían. Pregunté porqué 10.000 y no 8.000 o 12.000, nadie tenía una idea concreta. 10.000 “sonaba bien”. Insistí tratando de saber el costo “del proyecto”; me dieron el costo en remuneraciones. Le recomendé a mi asesorado que preguntara respecto al financiamiento de aspectos tan evidentes como: alojamiento, alimentación, vestuario, equipamiento policial, equipamiento de seguridad, transporte, combustibles y vehículos, telecomunicaciones, educación, previsión a largo plazo, salud –considerando que Carabineros no tiene ley de salud-, bienestar, traslados y viáticos, infraestructura policial y un largo etc. Llegó la fecha de la sesión para analizar el proyecto, el Director General mostró un breve power-point, las preguntas de los miembros de la comisión fueron poquísimas, superficiales e insubstanciales y en medio de congratulaciones mutuas todos se fueron felices. Esa fue mi primera y última actuación como asesor.

Todo lo que importaba a los diputados era no aparecer interfiriendo con el incremento de los policías, la situación política y electoral lo hacía desaconsejable y la gran mayoría de los diputados no entendía nada y les interesaba menos. Lo peor, ni siquiera se hacían cargo de la complejidad que significaba “aumentar”, en 10.000 carabineros en cuatro años, la dotación existente. Es decir, reponer los retiros, jubilaciones o bajas diversas y “además” sumar 10.000 personas mas. No se trataba de contratar a los que pasaban frente a la comisaría y vestirlos de uniforme. Había que educarlos, entrenarlos, seleccionar y eliminar a los que no mostraran condiciones, en breve, transformarlos en policías diestros para tratar con ciudadanos cada día mas exigentes, en situaciones conflictivas o peligrosas y en medio de un estricto marco legal.

La seguridad pública seguía suscitando inquietud en la ciudadanía y el siguiente gobierno, de Bachelet, no podía quedarse atrás.

El 8 de Octubre de 2014, con la presencia del ministro del Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Peñailillo, la Sala del Senado aprobó en general por 26 votos a favor, el proyecto de ley que aumenta la dotación de Carabineros de Chile en 6 mil funcionarios mas entre esa fecha y el final del año 2017 es decir 6.000 mas sobre los 10.000 ya autorizados por Piñera.

No supe nada “del proyecto”, solo lo que dijo el ministro señalando que esta vez, además de las remuneraciones, se consideraba el costo operativo directo (vestimenta básica, consumos básicos y equipamiento operativo básico)”, es decir, la nada misma. Supongo que asumirían que los gastos extras se irían determinando y otorgando mediante incrementos presupuestarios anuales, a medida que fuera apareciendo. Tampoco se aclara si el aumento de 10.000 carabineros iniciado por el gobierno anterior había sido o no completado.

El ministro destacó que el proyecto que se votó consideraba, no sólo el aumento en la dotación, sino “permite tener una relación con las policías, desde el punto de vista del Ministerio del Interior, de mayor fluidez de la información, metas y programas que se están implementando, para poder evaluar cómo se están desarrollando las distintas inversiones y los recursos de apoyo para el trabajo policial”. Esto hace suponer que existiría una intención de supervigilar la gestión institucional. Lo que siguió mostró que no había nada de eso.

Esta vez algo del profesionalismo de los Congresales fue puesto a salvo ya que durante el debate se hizo manifiesta la necesidad de hacerse cargo de la situación de Dipreca, que debía asumir mayores gastos previsionales y de salud sin contar con un reajuste de sus recursos, situación que el titular de Interior se comprometió a analizar en una mesa de trabajo.

Recientemente, en el actual gobierno de Piñera, se formó una nueva “mesa de trabajo” para tratar el mismo tema.

Por su parte, el diputado manifestó que la iniciativa impulsada por el Ejecutivo “es necesaria, pero hay un tema que no se ha abordado. Por ejemplo, la PDI no tiene fondos propios para reparar y construir cuarteles, comprar espacios. Eso no está presupuestado. No sacamos nada con aumentar dotaciones si no cabe la gente en la infraestructura que tienen”: el diputado olía que el proyecto era “de juguete”. La diputada de RN Marcela Sabat calificó el proyecto de ley presentado por el gobierno como un “despilfarro”.

A continuación el General Director de Carabineros hizo un curioso juego de cifras que no fue cuestionado por nadie: “Al año 2010 la planta estaba conformada por 45.748 funcionarios y al año 2014 aumentó a 53.522 efectivos (+7.774). Recalcó que esa cifra corresponde a la planta legal que no es lo mismo que la dotación efectiva porque existen vacantes que se van produciendo, ya que el escalafón tiene movilidad permanentemente, y es así como a la fecha la dotación efectiva es de 49.808 carabineros (es decir en 14 años -2010 / 2014- años hubo un incremento real de 4.060 carabineros, habiéndose autorizado un aumento de 10.000, el año 2011). Esto mientras se discutía un aumento de 6.000 nuevas plazas.

El 15 de mayo, durante la segunda sesión de la comisión de la Cámara, el General Director cifró la dotación de efectivos de Carabineros, entre civiles y operativos, en 58.228 personas (incluyendo recursos para pagar a 6. 857 carabineros inexistentes). El punto es que el Presupuesto 2017 entregó el dinero considerando a un total de 65.085 . … y ningún Diputado ni funcionario del Ministerio del Interior preguntó para que entregar dinero para 6.857 carabineros que el mismísimo General Director les estaba diciendo que no habían sido contratados.

Algunos diputados reclaman contra el “secretismo” de Carabineros que nunca informó la cantidad exacta de funcionarios cuyos sueldos había que pagar, sin embargo no tuvieron problemas para autorizar presupuestos “creativos” anuales durante 10 años sin hacer las preguntas que debían. ¿Cómo sería el control de las demás partidas presupuestarias?

Ni se inquietaron al autorizar un aumento de dotaciones absolutamente innecesario y que en ninguno de los dos casos, 2011 y 2014, exigieron al Ministerio del Interior ver el Proyecto que estaban autorizando. Por lo demás un simple proceso de sumas y restas les habría mostrado el caos de la gestión de personal.

El epílogo de esta frivolidad político / policial fue el robo de $ 26.000.000.000 “empozados” para pagar los sueldos a Carabineros que no existían y que el Congreso aumento su número dos veces, en 16.000 personas, en forma completamente irresponsable mientras Carabineros administraba su personal mediante el sistema de “la Lista de Revista, en la cual las reparticiones registran al personal de su dotación y los beneficios a los cuales tienen acceso. Esa Lista de Revista se cruza con los documentos oficiales de altas y bajas”. Un sistema inventado, sin duda, por Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán.

Si el Gobierno y el Congreso -los civiles- no ponen un mínimo de interés, seriedad y responsabilidad en su trabajo, ¿para que quieren mas autoridad y control si ni siquiera usan lo que tienen?.

Pongamos serios, esto ya no da para mas.

Atropello a las FF.AA. y Carabineros

Por Gabriel Alliende Figueroa

Los uniformados tenemos conciencia que sobre los mandos, está la autoridad política representada por el presidente de la república. Quien a su vez designa a sus representantes en defensa e interior, con ministros y subsecretarios, que son autoridades político administrativas temporales.

El «dominio político», debe ser diferente a la «sumisión», por no ser necesario, somos profesionales, de moral muy sensible, con misiones territoriales desde Parinacota hasta la Antártica, misiones únicas, no factibles de reemplazar por otras profesiones. Así se espera que las autoridades político administrativas, como los ministros y subsecretarios, deben tener las visiones que las FFAA y Carabineros, necesitan para cumplir sus misiones. Hoy, gracias al gobierno, todo se ventila por la prensa y los que es peor, han buscado debilidades para obtener fraudulentamente grabaciones, sin duda pagadas, con el fin de infiltrar a las FFAA y carabineros. Las FFAA y Carabineros no han podido trabajar con tranquilidad, desde hace meses, todo es prensa, especulaciones, reporteros groseros que piden pasos al lado y continuidad en las noticias de todos los medios, gracias a las infidencias de las autoridades político administrativas. Lo que nunca se había dado en los mas de 200 años de vida republicana, al menos del ejército, la rama más antigua de las FFAA y la Armada de Chile

La «coincidencia» entre las noticias sensacionalistas y la actitud de los ministros y subsecretarios, han sido un fuerte golpe, que hemos asumido como una actitud autoritaria redundante e irrespetuosa. Hay conexión de la noticia inquisitiva con la actitud de la autoridad. Las FFAA y Carabineros, no estamos acostumbrados al paternalismo autoritario con escarnio público.Los responsables de los errores, deben asumir sus responsabilidades de mando, sin que se afecte la unidad de mando, la cadena jerárquica y las confianzas necesarias entre subalternos y superiores.

¿Que se ha logrado con esto?, que los problemas internos de cada institución, se judicialicen, se publiquen con las mañas conocidas y que el vital ejercicio del mando, se vea afectado, si mandar siempre ha sido un arte, hoy es rehuido por muchos. Si los bronces al aire llaman a cubrir los puestos de combate en aire, mar y tierra, hay una forma «legal» ahora de negarse «por conciencia». Chile perdió con esto, lo mismo sus instituciones. ¿Terminaremos con «Sindicatos»?

La normalidad de las instituciones, pasa por mandos de la nación prudentes, sensatos, mesurados y criteriosos, nada que la historia no nos narre, En la época del Presidente Eduardo Frei Montalva no hubo continuidad alguna en los mandos del ejército, el General Bernardino Parada estuvo en el cargo dos años y medio, el general Luis Miqueles Caridi,10 meses,el General Sergio Castillo Aranguiz un año y medio, y el general René Schneider Chereau, mandó un año el ejército, durante ese período se representó la angustia profesional y personal, con distintos actos gremiales, como renuncias masivas de oficiales, reuniones no autorizadas, egresos masivos, para terminar con dos actos candentes, el Tacnazo del general Roberto Viaux y el asesinato del Comandante en Jefe del Ejército. Cada movimiento de un comandante en jefe llevaba tras si la salida de varios otros generales. Mandos nuevos no necesariamente con la experiencia deseable.

El asesinato del general Schneider, permitió la llegada de otro Cdte. en Jefe, con una situación política deplorable, que derivó primero en el Tanquetazo, donde no hubo coordinación alguna de la guarnición de Santiago con los blindados y el 11 de septiembre de 1973, donde el ejército se integró dos días antes. Esto nunca lo desearon las FFAA ni de Policiales.

Está bien que el presidente de la república en su condición de generalísimo de las FFAA de su opinión, pero está mal que sus representantes en Defensa e Interior, con sus subsecretarios, tengan una actitud arrogante y muy cercana a la de los conocidos «comisarios políticos» de la era estalinista.

La Política… Una Bicicleta Sin Reversa.

por Cristián Labbé Galilea

Mientras más uno lee y más escucha, pareciera que le es más difícil entender la contingencia política… Crea, mi escéptico lector, que ésta no es una frase retórica, es una cruda realidad… al punto de que esta semana fui sorprendido por un ecléctico amigo -siempre muy ilustrado y bien informado- quien, haciéndose eco de lo leído y lo escuchado, me confesó que no podía creer lo que estaba ocurriendo… “Viste lo que pasó en España: la extrema derecha, los ultra, los fascistas, han logrado un sorprendente porcentaje en Andalucía, ni más ni menos que en el corazón de la izquierda y la centroizquierda… esto nos enciende una luz de alerta que no podemos desconocer….”.

Con diversos argumentos, y variadas evidencias, intenté persuadir a mi atribulado interlocutor que lo que él estaba comprobando no era ni más ni menos que el signo de los tiempos: el ciudadano común y corriente se cansó, se hastió, se aburrió de comprobar que lo “políticamente correcto” es lo que manda…; que las minorías pesan más que las mayorías; que la calle habla más fuerte que la razón y que, poco a poco, producto de lo mismo había empezado a enarbolar -cada vez con más decisión- las banderas de la sociedad libre:… orden, progreso, justicia, seguridad, respeto, tolerancia, etc… Bastaba con ver lo que estaba ocurriendo en Francia, Alemania, Grecia, Italia, aquí al lado en Brasil, y ahora en España…

Sin ser un hombre de izquierda, sino más bien un representante del burgués políticamente correcto, mi contradictor reaccionó alterado:… “es el fascismo que está de regreso, es la extrema derecha, son los ultras…”.
Después de escuchar su lastimera advertencia de lo que se nos podría venir en nuestra ya difícil y compleja situación política, argumenté que estaba de acuerdo con él en cuanto efectivamente estaban soplando vientos de cambio, pero que era un tremendo error -del sector que presumía ser de centro, centro derecha o centro izquierda- el pensar que podrían retener a su electorado acusando a quienes no pensaban como ellos de ultras, neofascistas o extrema derecha…

Latamente le precisé que no había que ser muy ilustrado para deducir que, en política, las vicisitudes vienen por un lado distinto a lo que estábamos viendo… La tendencia es clara: no más izquierdas, no más derechas, no más politiquería… no más gobiernos ni instituciones de rodillas, no más banderas de minorías encabezando las masas… ¡En Francia, la francesa; en España, la española; en Brasil la brasilera, aquí la tricolor…!

¡Nada nuevo bajo el sol! Europa siempre nos ha ido advirtiendo el camino, al menos con una temporada de anticipación, por lo tanto, si no queremos que la situación política en nuestro país se descontrole, las cosas debieran cambiar… nada se logrará gritando como el pastor necio… “viene el lobo, viene el lobo…”, porque cada vez son menos los que creen que el que no es de izquierda… es ultra.

Un sabio parroquiano me dijo un día que: “la libertad y la razón van siempre de la mano y, si queríamos progresar, teníamos que pedalear fuerte y hacia adelante; esto es igual que una bicicleta: si no queremos perder el equilibrio… hay que pedalear, pedalear y pedalear. Esta bicicleta no tiene reversa, el único camino es hacia adelante y si no queremos desbarrancarnos debemos renunciar al sendero de lo “políticamente correcto…” y ejercer la autoridad con firmeza y sin complejos”.