Fuente El Líbero
Como una bola de nieve fue creciendo el número de adherentes que firmaron ayer una carta pública en El Mercurio para denunciar el “hostigamiento” hacia Carabineros por parte de la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Lorena Fries.
“Rechazamos el permanente hostigamiento hacia Carabineros de Chile por parte del INDH y en especial de su directora Lorena Fries. Solicitamos que el gobierno asuma su rol y ordene la forma en que interactúan los distintos organismos del Estado, evitando que la ideología extrema de unos pocos afecte el normal desempeño de Carabineros, institución respetada y querida por todos los chilenos”, dice la carta a página completa.
La idea surgió este lunes luego de que el incendio de un edificio por encapuchados durante la cuenta pública de la Presidenta Michelle Bachelet el pasado sábado 21 de mayo, generara la muerte del guardia Eduardo Lara, y las críticas se centraran sobre los efectivos policiales.
El general director de Carabineros, Bruno Villalobos, afirmó que “las denuncias de las organizaciones, con denuncias infundadas, todo esto tiene que ver con el accionar de Carabineros, los limita, coarta su accionar (…) Es habitual que la culpa de todo la tengamos nosotros”.
La gota que rebasó el vaso fue la declaración de Fries de que “el hecho de ponerse una capucha no significa 100% que uno va a cometer un delito”. Además, visitó al ministro del Interior, Jorge Burgos, por un eventual abuso policial en contra de unaobservadora del organismo en la Región de Antofagasta.
En menos de 24 horas los organizadores ya habían sumado 382 personas, que provenían de diferentes partes del país (Santiago, Linares, Puerto Montt, Temuco) y de diversos sectores socio-económicos y productivos, desde secretarias, obreros y trabajadores, hasta el presidente de la Sofofa, Herman von Muhlenbrock, el alcalde de Vitacura, Raúl Torrealba, y ex autoridades de gobierno como el ex subsecretario de Hacienda de Sebastián Piñera, Julio Dittborn.
También firmaron el destacado abogado Fernando Barros y el arquitecto Gonzalo Mardones; Pedro Pellegrini, hermano del técnico Manuel Pellegrini, y Juan Eduardo Errázuriz, presidente del directorio del holding local Sigdo Koppers.
Los organizadores de la carta explican a este diario que los firmantes no tienen vínculos con Carabineros, no se conocen entre sí ni representan a partidos políticos o gremios, sino que fue algo que surgió de manera espontánea. El modus operandi fue como una extensa cadena de correos en que iban sumando a los amigos y familiares, y los que ingresaban después no necesariamente conocían a los que ya habían firmado.
Álvaro Cruzat, uno de los firmantes, señala a este diario que se debe “respaldar a Carabineros y no dar pie a que una institución que tiene la obligación de resguardar el orden público sea permanentemente cuestionada y sometida a juicio cuando hace su trabajo. En mi opinión, los derechos humanos de los chilenos que quieren vivir en paz y tranquilidad son vulnerados gravemente cuando grupos de encapuchados se toman la calle y buscan imponer su lógica violenta. El INDH se ha puesto en una posición indefendible y debe rectificar su visión y doctrina que, por lo demás, es minoritaria y cargada de prejuicios e ideología”.
Por su parte, el abogado Fernando Barros cuenta a “El Líbero” que “me incorporé a esta iniciativa sumándome a muchos chilenos que vemos con indignación cómo, con los impuestos que pagamos los que trabajamos, se financian a pseudo instituciones y personas que de manera permanente atentan contra el estado de derecho, contra el orden público y contra las instituciones que de acuerdo a la legalidad vigente deben resguardar el imperio de la ley; y que protegen a encapuchados, usurpadores y violentistas”.
En la misma línea, Jaime Jankelevich explica que adhirió a la iniciativa porque cree que “ya es hora de que la ciudadanía a la que le interesa vivir en paz, trabajar tranquila y sentir que tenemos un país seguro, reaccione y le brinde apoyo a estos miembros de las fuerzas del orden, porque hace ya un largo tiempo que se les viene criticando injustamente y deteriorando su autoridad, a raíz de sus actuaciones tanto frente a los encapuchados de siempre, como en el conflicto de la Araucanía”.
El consultor agrega que la “creciente, injusta y tendenciosa crítica al accionar de las Fuerzas Especiales tiene un actor destacado: el INDH dirigido por Lorena Fries. Desde este organismo se les acusa de torturar y de violar los derechos humanos por actuar reprimiendo las acciones violentistas de quienes solo están interesados en destruir, causar daño, incendiar, intimidar y demostrar sus frustraciones arrasando con todo lo que encuentran a su paso”.
Jankelevich recuerda que el año pasado se repartió un texto acerca de los DD.HH. para estudiantes donde se señala que “las detenciones en las marchas han sido un elemento de represión que ha utilizado Carabineros para evitar la reunión libre de personas que luchan por sus derechos”. “Esto es falso, porque Carabineros no actúa ni ha actuado nunca de esa manera, con lo cual, a jóvenes que se están formando se les induce a tener una actitud de rechazo a la labor que nuestras fuerzas de orden deben realizar y de paso vamos minando el principio de autoridad”, sostiene el profesional.
“Pero cuando a Carabineros se les agrede físicamente con graves consecuencias a su integridad física, como hemos visto reiteradamente en las imágenes de protestas en la Alameda y otras ciudades de Chile o cuando a Carabineros se les quema con bombas molotov, ninguna de estas acciones es considerada un atentado a sus DD.HH. porque para el INDH y la señora Fries, como no hay intervención del Estado, no se puede hablar entonces de violación de DD.HH. sino de delito”, agrega.
El vocero del movimiento Paz en la Araucanía, Alejandro Martini, se plegó a la carta porque la labor de Carabineros “viene siendo cuestionada injustamente hace mucho tiempo, lo cual está afectando de modo directo su trabajo, sobre todo cuando se trata de enfrentar los disturbios que ocasionan encapuchados y delincuentes, cuando se trata de enfrentar a los grupos radicalizados en La Araucanía, y también cuando les toca hacer cumplir la ley durante las marchas o convocatorias sociales. Carabineros está destinado para que el orden se mantenga o no se vea alterado, pero cada vez que debe actuar como consecuencia de la acción desmedida de otros, aparece el INDH y los critica duramente. Y eso me parece lisa y llanamente una persecución contra los uniformados”.
A su juicio, Lorena Fries “pareciera que abiertamente está más preocupada de defender o justificar a los delincuentes y a quienes actúan fuera de la ley. Su actitud contra Carabineros raya en lo obsesivo, cuando estos últimos solamente cumplen con su deber. Cuando un uniformado resulta herido o incluso muerto a manos de delincuentes, o como en el caso del sargento Albornoz asesinado en una comunidad mapuche, el INDH no abre la boca, pero basta que, por ejemplo, un encapuchado o un comunero radicalizado sea detenido para que la señora Fries aparezca rauda a repetir la majadería de la ‘represión’ o “persecución” policial. El INDH está completamente ideologizado y eso va de mal en peor, si bien la ciudadanía, afortunadamente, se está dando cuenta de esto.”