Dame un «silbidito»

Por Cristián Labbé Galilea

Leo y leo, miro y miro, escucho y escucho, y de tanto hacerlo me he convencido que nuestro entorno sufre de un extraño mal al que llamaría “reflejo condicionado a lo negativo”, denominación algo siútica de decir que está de moda “quejarse de todo” y, si alguien por efecto de algún estado pasajero dice algo positivo, le recomendamos que pida hora a un siquiatra.

Obviamente este espinoso diagnostico no involucra a toda la sociedad, sino que a una minoría, al sector más politizado -ese qué opina de todo y por todo- y que, según estudios recientes, no supera el 20 %, porque el resto -la mayoría- está en el país real y no quiere saber nada con la política.

Si algún sorprendido lector piensa que esta pluma ha caído presa de una delirante ingenuidad, de un extraño positivismo o de una leve y pasajera “gobiernitis”, me apuro a decir que nada de eso ha sucedido, sino que esta extraña y de pronto positiva prescripción surge -ni más ni menos- de lo que piensa el 80% que no se explica cómo las minorías han aplastado y acorralado a la mayoría, sin que ésta reaccione.

Veamos…

• En el otrora emblemático Instituto Nacional unos pocos “capuchas”, como se les ha dado por llamar a los grupos violentistas, tienen en jaque no sólo a la autoridad sino que dominan a miles de alumnos sin que esta mayoría reaccione. ¿Qué hacen los padres, apoderados, profesores, auxiliares, y los alumnos que quieren estudiar?

• En la Araucanía unos pocos terroristas, apoyados por minorías políticas, operan impunemente mientras la mayoría, que quiere vivir en paz y dedicarse a producir, ve como todos los días le queman sus propiedades, le roban sus bienes  y le toman sus campos, ante la impavidez y el aturdimiento centralista que afecta a las autoridades nacionales.


• En el mundo de la política las cosas no son muy distintas; si bien en números son una minoría, sus peleas, encontrones, “decires y vestires”, son una vergüenza y una ofensa para esa mayoría que quiere trabajar más y no menos, que busca oportunidades y no dádivas, que prefiere emprender y no quedar a merced del clientelismo de turno.

Cuando nos preguntábamos sobre cuál sería el camino para despertar de su letargo a esa mayoría que piensa que, si bien las cosas se pueden hacer mejor, no todo esta tan mal… uno de los parroquianos presentes apuntó que lo primero y más urgente por hacer era: no dejarse amilanar, pensar positivo, levantar la voz y, defender lo bueno que se hizo en el pasado…

Muy serios todos, reflexionábamos sobre el punto cuando alguien dijo: “acordémonos de Pinocho…”. Silencio, pausa, luego… risas; el lenguaraz no demoró en explicar, con evidente ironía, que se refería a la película de Disney y en particular a Pepe Grillo, ese personaje que sugería que, cuando uno estuviera en líos o le fuera mal, diera un silbidito, y tatareó: “/cuando estés en líos/ o te vaya mal/para bien o para mal/ dame un silbidito… dame un silbidito…

La extradición: una oportuniad

Por Javier Leturia, abogado 

El acuerdo político-judicial que permitió la extradición del terrorista Hernández Norambuena, junto con ser la única fórmula posible, conforme a los tratados con Brasil, permite que uno de los asesinos de Jaime Guzmán se someta a la justicia chilena. Refuerza el imperio de la justicia que un delincuente prófugo sea reencarcelado y sometido a leyes y tribunales chilenos.

Refuerza también la democracia que se haga justicia a un emblemático terrorista subversivo, dando oportunidad a la igualdad ante la ley, en especial frente a violadores de derechos humanos. A su vez, la disminución de la pena -más teórica que real- que el acuerdo obliga, debería contribuir a un ambiente de superación de heridas y divisiones del pasado.

Debería…, pero dificultan la justicia y los valores republicanos al menos dos actitudes: el vergonzoso doble estándar de los jueces en las llamadas causas de derechos humanos y la pusilanimidad de los políticos de derecha.

Una torcida administración de justicia ha llevado a jueces a condenar a inocentes en base solo a presunciones, testimonios falsos o delitos ficticios, en contravención a la ley vigente y sin las condiciones mínimas de un debido proceso. Los jueces de derechos humanos, ¡no respetan los derechos humanos! Sabemos en cambio que hay terroristas -fácticos o autores intelectuales- que nunca han pisado un tribunal. De ahí que la extrema consideración del juez Carroza con el “Comandante Ramiro” provoque irritación y desconfianza.

Entre tanto, los políticos de derecha se apresuran en declarar que “condenan las violaciones a los derechos humanos”, agregando, sin distingos, que “los responsables están siendo juzgados”, desconociendo que la mayoría son inocentes y que aún quienes hayan cometido excesos en el combate antiterrorista -o incluso a pretexto de éste- tienen derecho a ser juzgados conforme a la ley y a un debido proceso, garantía que no admite excepciones.

Mientras no se diga claramente que el terrorismo viola los derechos humanos, que los terroristas son victimarios y no víctimas, no habrá justicia ni verdad histórica. Se ha abierto una buena oportunidad para el sinceramiento de la verdad y el fin de los dobles estándares.

Carta a Sebastián Piñera

Sebastián, te tuteo ya que somos mas o menos coetáneos. Dejando de lado el detalle del saldo en el banco, somos mas o menos del mismo lote etario y de experiencia de vida.

Se que tu vida no es fácil, me invitaste a Tantauco y fui, nunca supe por que lo hiciste pero te lo agradezco, el lugar es maravilloso. Noté que no estabas muy a gusto con las visitas, pero que diablos, así son las candidaturas presidenciales. También vi cómo fuiste objeto de dos intentos de abuso sexual -en público- por parte de una periodista medio pariente tuya. Tu señora, toda una dama, decidida y con clase. Por favor, salúdala de mi parte.

También te vi, mientras subíamos el Cerro Inio, dando instrucciones a tu gente por teléfono satelital, para moverse con tus acciones en la bolsa. También hay que cuidar el negocio.

El motivo de mi carta es decirte que estoy consciente que no he sido simpático contigo, en realidad he sido mas bien pesadito, pero comprenderás que después de habernos metido el dedo al ojo dos veces -y que nosotros te hayamos creído como niños- no pude evitar perder mi simpatía por ti, es mas, creo que me caes mal.

El problema es que esos sentimientos son algo entre tú y yo, o mas bien entre ti y los militares retirados, pero resulta que últimamente los zurdos se han subido por el chorro y se acoplaron a los que te criticamos. Creo que eso es un abuso de confianza, un aprovechamiento y no quiero que la gente se confunda.

Las motivaciones mías y las de la zurdería son otras. Yo te molesto para te corrijas y ellos para que tu gobierno y la derecha fracasen. En realidad tú no eres de derecha, eres democratacristiano, eso lo sabemos tú y yo, pero muchos lo creyeron así y eso hace daño.

Mi oferta es simple y directa -quiero estar seguro que la entiendes- te ofrezco dejar de criticarte, a cambio de que gobiernes bien.

Si tú cumples tu programa, haces cumplir las leyes, no haces chistes fomes y te callas una de cada dos veces que sientas ganas de hablar; yo no te mandaré recados, no criticaré tu obsesión con las encuestas ni haré mofa de tu falta de liderazgo.

Justo, ¿te parece?

Un consejo gratis: creo que si te relajas un poco, podrías hacerlo mucho mejor. Tienes condiciones para ser muy bueno; no te mates tratando de ser extraordinario. No te resulta.

No es necesario que me contestes, los próximos días te estaré observando y me daré cuenta si acogiste mi oferta o no.

Atentamente

No a las medias tintas

Por Cristián Labbé Galilea
Las primarias en Argentina han dado paso a variadas interpretaciones: sobre el fracaso de Macri, amén de lo irremontable que aparece la diferencia entre éste y el peronismo representado por Fernandez – Fernandez, y; sobre la difícil gobernabilidad que vivirá el pais trasandino en el presente próximo y sobre las dudas que genera para el futuro la dupla F-F.
En por qué ocurrió lo que ocurrió hay algunas coincidencias: Macri se confió en que la gradualidad era el camino para sacar al país del caos; creyó que la corrupción del Kirchnerismo los dejaría para siempre fuera del poder; y, quizá lo más determinante fue que aplicó un liderazgo débil, que no convenció a un electorado acostumbrado a que le den todo, por nada.
Teniendo presente que “aguas pasadas no mueven molinos” y que lo importante es lo que viene, Macri debe revertir un escenario muy negativo y que se acerca mucho a lo que se conoce como la “Profecía Autocumplida”. Si la calle lo da por perdido…¡ está perdido!
Que la situación es compleja, nadie lo discute; que es difícil remontar tamaña diferencia, lo es; pero tampoco está todo dicho, ¡siempre se puede! ¡querer es poder! En el campo dicen que cuando se viene la tormenta los pájaros chicos se esconden y aparecen los que vuelan alto.
Basta un mínimo de conocimiento de historia para convencerse que hay muchos ejemplos de personajes que cambiaron el rumbo de los acontecimientos, sólo por nombrar algunos de la segunda mitad del siglo pasado: Churchill, Reagan, Thatcher y, sin ir más lejos, Pinochet. ¿Qué tienen en común estos personajes…? 
Su condición de “estadistas” que les permitió visionar el futuro y actuar en consecuencia; rodearse de los mejores; no haber caído en populismos fáciles, ni dejarse amilanar por impopularidades momentáneas; en suma, “volaron alto” y ejercieron un liderazgo firme y claro.
Si se mira la situación mundial desde esta perspectiva, se reconocerá que quienes están marcando la pauta son líderes que tienen las cosas claras, que asumen una posición definida, concreta, y que no dejan espacio a la ambigüedad ni a los dobleces… En suma, personajes que “no andan con medias tintas”.
Tal como observó un crítico y directo parroquiano: “al pan, pan y al vino, vino, no andemos con rodeos, los medias tintas no dan confianza, quieren estar “con Dios y con el diablo”; miren lo que pasa en nuestro país… mientras más borrosa es la actitud del gobierno más rechazo genera”. Como un bumerang, la conversación volvió peligrosamente a nuestra realidad.

Dejando bien en claro que las realidades eran muy distintas, que los argentinos son los argentinos, y que no había que echar en saco roto la lección trasandina, cerramos nuestra tertulia advirtiendo, muy positivamente, que tal como están las cosas: “hay que caminar con los zapatos abrochados, los pies en la tierra, pisando firme, llamando al pan pan y al vino vino y no creyendo en medias tintas…

Los errores son de Macri

Por Joaquín García Huidobro Correa

Los sustos nos hacen más precavidos y son un antídoto contra la arrogancia. El pesimismo, en cambio, paraliza y quita la imaginación, que es un elemento fundamental para que un proyecto político sea viable.

Los resultados de las recientes primarias argentinas han traído una ola adicional de pesimismo a nuestras tierras. Si uno quiere ser pesimista está en su derecho y no le faltarán motivos. Sin embargo, no resulta sensato adoptar un semblante sombrío por las razones equivocadas.

Los errores de Macri son abundantes, pero de ellos no se deriva de modo automático que a nosotros nos espere un destino semejante. Son unos errores muy suyos, que no podemos extrapolar a nuestra realidad de modo precipitado.

El primero de ellos consiste en no haberle dicho la verdad al país con toda claridad. Pensó que Argentina era como esos enfermos a quienes no se les puede contar la firme, porque les daría un infarto. En el fondo, desconfió de la madurez y sentido cívico de sus compatriotas; no se atrevió a llamarlos al sacrificio después del desastre kirchnerista. Sin una épica de “sangre, sudor y lágrimas”, resulta imposible que la gente entienda que tendrá que ajustarse el cinturón, y cuando esto suceda culparán al gobierno.

En segundo lugar, no tomó las medidas dolorosas en el momento oportuno. Era un juego peligroso, pero la gradualidad elegida tampoco estaba exenta de riesgos; de hecho, siempre ha fracasado en Argentina, como le advirtieron López y Murphy y otros economistas. Al final, quedó en el peor de los escenarios. Aumentó la deuda pública, creció la inflación y experimentó los males habituales en la política y economía transandinas sin tener los beneficios de la demagogia.

Como ha dicho uno de sus críticos, llevó a cabo un “kirchnerismo de buenos modales”, sin cambiar radicalmente el modelo. Macri no calzó con la época: habría sido el hombre perfecto para suceder a quien hiciera el trabajo doloroso, pero carecía de la firmeza y claridad para llevar él mismo a cabo la transformación requerida.

Para colmo, al no poner en el equipo económico a la gente adecuada, se echó sobre sus hombros la tarea de manejar la economía de acuerdo con sus personales intuiciones desarrollistas. Y no le resultó.

Otro error de Macri fue despreciar a Cristina. Pensó que no convenía impulsar en exceso los procesos judiciales en su contra, porque eso la transformaría en una víctima. Parece haber creído que le convenía que ella fuese su rival. No contaba con la astucia de la Sra. K, que en una jugada maestra se conformó con una modesta vicepresidencia. Así mantuvo su tercio de votantes seguros y agregó a los descontentos de Macri con el simple expediente de poner a su lado a una cara menos odiosa que la suya.

También menospreció a su electorado más conservador. Nadie ignora que él se ha comprado buena parte de la agenda progresista; pero desde un punto de vista político, su problema no está ahí. Su error (que podría repetirse en Chile) reside en creer que socialcristianos y conservadores son un electorado cautivo y que no importa su descontento. Se equivoca doblemente, porque no son unos votantes seguros y además en casi todos los países tienen la virtud de mojar la camiseta y conseguir a otros votantes si uno les garantiza algunos mínimos que no implican grandes costos electorales.

Ahora bien, las equivocaciones anteriores, aunque graves, no fueron las mayores, porque el hecho de que un presidente se sorprenda cuando su rival le saca una diferencia del 15% es una señal de que está en las nubes, que no sabe interpretar lo que sucede en su propia sociedad.

¿Significa lo anterior que los chilenos podemos estar tranquilos o que el gobierno de Sebastián Piñera tiene garantizada la continuidad? En ningún caso. Hay buenos motivos para mirar con temor la situación argentina. Resulta casi imposible que en octubre Macri remonte la diferencia sideral de estas primarias, y menos cuando su reacción natural ha sido adoptar medidas demagógicas que mañana dañarán al país y que hoy lo desprestigian y fortalecen la posición de Cristina. Congeló el precio de los combustibles, “para aliviar el bolsillo de muchos argentinos”. ¿Por qué no lo hizo antes, si era tan buena idea? Con suerte llegará a diciembre como el primer presidente no peronista desde 1928 que logra terminar su mandato.

Un gobierno kirchnerista en Argentina traerá consecuencias negativas para nuestro país: fomentará las ambiciones de la izquierda menos razonable, creará un clima surrealista que no nos conviene y hará que se culpe a la economía libre de unos males que en realidad causó el estatismo.

Si algún error puede imputarse a Piñera en esta materia no es haber incurrido en los mismos fallos de su colega. Al revés, su falta estuvo en no marcar oportunamente las infinitas diferencias que existen entre Chile Vamos y el macrismo, entre sus políticas de gobierno y las del presidente argentino. Así habría quedado claro desde un comienzo que él no tiene por qué cargar con los errores de Macri y los chilenos estaríamos buscando otras causas para nuestro habitual pesimismo.

Instituto Nacional, radiografía de la incapacidad

Por Roberto Hernández Maturana

Todos sabemos que hasta hace poco el Instituto Nacional  representaba la idea de que dentro de la educación pública,  la excelencia académica era su mejor característica, con un proyecto educativo dentro del marco estatal que promovía el mérito y la movilidad social, sin importar la condición social ni económica de sus estudiantes.

Actualmente el Instituto Nacional tiene más de 4.200 alumnos, siendo el liceo más grande del país. De ellos, 14 escolares fueron expulsados por la Ley Aula Segura, y otra docena se retiró del colegio, frenando así, la investigación que se realizaba en su contra, por los incontables desordenes y actos violentos que se vienen haciendo este año en dicho establecimiento,  y que han terminado por poner en jaque todo el proyecto educacional.

Así, un colegio que se destacaba por entregar al país egresados preparados con una gran calidad educacional muchos de los que alcanzaban cargos relevantes en la administración pública o privada, varios de ellos presidente de la nación, hoy presenta una reducción sostenida de su matrícula, las reiteradas movilizaciones por parte de estudiantes y profesores, y la consecuente pérdida de clases han causado estragos en la calidad del Instituto, causando además que numerosos alumnos, especialmente de enseñanza media pierdan  prácticamente su año completo de clases.

Lo que en un principio fueron hechos esporádicos,  protagonizados por violentista encapuchados y organizados, con el apoyo exterior de grupos politizados y anarquistas, paso a ser cotidiano en la comunidad escolar, con tomas y hechos violentos al interior del establecimiento contra profesores, destrucción de la ya deteriorada infraestructura, e incluso la quema del emblemático estandarte del colegio en medio del patio de honor, y el uso cada vez más frecuente de bombas molotov contra carabineros que concurren a evitar los desordenes, lo que ha obligado en numerosas oportunidades a suspender las actividades escolares.

Las demandas de los encapuchados  abarcan un amplio espectro, que en lo  inmediato comprende un cambio curricular, con una comisión interestamental para la elaboración de la implementación de la educación sexual, cívica y mental dentro del plan común.

Asimismo, exigen protocolos sobre violencia de género, persecución política, de movilizaciones (con horarios protegidos) y plagas que afecten a la salubridad. Eso se suma a solucionar los problemas internos respecto al NEM y al ránking; así como una rendición mensual de cuentas respecto al fondo SEP y subvención escolar.

Y, a largo plazo, los “estudiantes” exigen la derogación de la ley “Aula Segura”, rechazo a la ley de Admisión Justa, rechazo al Control Preventivo de Identidad a Menores, implementar una opción vegana en la Junaeb, y un no al “Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP11).

En realidad lo que parece evidente, es la intención de clausurar para siempre  las actividades del IN y porque no, poner fin a la educación municipalizada. Así bengalas, piedras y todo tipo de elementos contundentes han sido parte de la artillería que los encapuchados, vestidos con overoles, lanzan  constantemente desde el interior del colegio hacia la vía pública.

La crisis del emblemático liceo ocurre en medio del proceso de cambio de su rector. Actualmente, el colegio es dirigido por Fernando Soto, quien estará a la cabeza del recinto hasta el 30 de agosto. Luego, asumirá una autoridad interina, mientras la Alta Dirección Pública busca a un reemplazante para que llegue al puesto en marzo de 2019.

Las medidas adoptadas por el sostenedor, es decir la municipalidad de Santiago, como fue la identificación de  cada alumno, mostrando su carné de identidad para  entrar al establecimiento, para mantener un control de ingreso  fue  un fracaso, cuando un grupo de encapuchados desencadenó una serie de hechos de violencia al interior del establecimiento, agrediendo al personal del establecimiento, a otros alumnos y apoderados que querían poner fin a los desmanes, lanzando artefactos incendiarios desde el segundo piso del recinto, por la entrada de calle San Diego.

Ante la evidencia de que las medidas tomadas han resultado ser insuficientes para la complejidad de la situación actual del histórico colegio,  un nuevo actor entrará en escena, el Ministerio de Educación, cuando el alcalde Felipe Alessandri se reúna hoy  lunes con la ministra de Educación, Marcela Cubillos, para buscar una salida a la espiral de violencia que desde abril no ha parado.

Una de las posibilidades que se estudiarán será  cerrar anticipadamente el año escolar, con las notas que hay hasta ahora. Al respecto el alcalde Alessandri  señaló “eso es lo que vamos a ver este lunes con la ministra Cubillos y su equipo, esos límites los establece el Ministerio de Educación”, añadiendo que eso sería una alternativa extrema: “O nos paramos todos frente a los encapuchados, o frente a los hechos tendremos que cerrar el año”.

Finalmente,  resulta inexplicable que se haya llegado a este estado de cosas. Un grupúsculo de imberbes extremistas adoctrinados y alentados por un grupo de adultos interesados en generar caos,  han puesto de rodillas a una sociedad completa.

Ha fallado la autoridad y el aparato del Estado,  incapaz de imponerse; ha fallado la inteligencia policial incapaz de identificar a los violentistas; ha fallado la comunidad escolar incapaz de aislar a los extremistas y defender su colegio; ha fallado la sociedad en su conjunto,  que observa indolentemente como se destruye uno de los emblemas de la educación pública en Chile.

Frente a estos hechos, la indolencia y la pasividad no son una opción. Todos quienes creen en la libertad, tanto  los que estudiaron en sus aulas, como los apoderados, profesores y autoridades, deben unirse para  condenar tajantemente y erradicar de manera definitiva la violencia escolar, y volver a encender el primer foco de luz de la nación, para que siga siendo un espacio de oportunidades para tantos jóvenes de familias de clase media y más vulnerables del país.

Demandamos al gobierno, que de una vez asuma su responsabilidad de gobernar y cumpla  las expectativas para las cuales fue elegido. La tibieza no le atraerá electores de la izquierda y sí le hará perder  la adhesión de un electorado  que  comprometerá su continuidad en los próximos procesos electorales. El ejemplo argentino está a la vuelta de la esquina.

Ignorancia, estupidez, cobardía y aprovechamiento político

Por Roberto Hernández  Maturana

El intento de marchar contra la “ley de migraciones” (no contra los migrantes), hecho por algunas organizaciones, para este domingo 11 de agosto en 15 ciudades del país, y que fuera denegada por las autoridades, ha mostrado una vez más el grado de intolerancia, ignorancia, estupidez, cobardía y aprovechamiento político que hoy cruza transversalmente a la sociedad chilena, nuestra prensa, nuestros y políticos y nuestras autoridades.

Debemos decir al respecto que Ley de Migraciones que recientemente pasó el trámite en el Senado define requisitos de ingreso que pretenden ser claros y  un procedimiento administrativo que busca ser eficaz, con el fin de evitar el ingreso irregular de migrantes. También establece un Consejo de Política Migratoria, para formular y actualizar periódicamente una política clara y transparente para nuestro país, y crear un Servicio Nacional de Migraciones para ejecutar dicha política migratoria, y actuar como el canal estatal para relacionarse con los migrantes. Además, de establecer un sistema flexible de categorías migratorias.

Por otro lado, el proyecto busca descriminalizar la residencia irregular y eliminar las sanciones penales para las infracciones migratorias, y simplificar y agilizar el proceso de expulsión para aquellos extranjeros que infrinjan la Ley Migratoria.

El permiso para marchar este domingo había sido solicitado por el movimiento “Aún tenemos patria ciudadanos”, movimiento nacionalista con un fuerte discurso contra la migración, que se suma a diversas agrupaciones aunadas principalmente en redes sociales, e impulsada por el “Movimiento Social Patriota” bajo el lema “Más salud, trabajo y educación para los chilenos”, quienes dicen estar a favor del ecologismo, la pena de muerte y rotundamente en contra del aborto. Rechazan la Ley de Identidad de Género y no se identifican ni con la izquierda, la derecha, el nazismo (“porque ellos son alemanes”) o el fascismo (por su naturaleza italiana). “Nosotros somos nacionalistas y nuestro principal grito de lucha es de nacionalistas contra globalistas”, manifestó Pedro Kunstmann, vocero del Movimiento Social Patriota, organización que busca defender «la chilenidad, la cultura chilena y la forma de vida que tenemos».

Sin embargo algunos interesados en participar en la marcha, llamaron a través de las redes sociales a concurrir armados, aunque algunos después intentaron decir que no se referían a armas de fuego sino a elementos contundentes, para defenderse de eventuales ataques de organizaciones de izquierda que efectivamente llamaban a efectuar contramanifestaciones ese día, para impedir la marcha que la izquierda calificó como “contra los inmigrantes”.

Tuvimos aquí la primera muestra de estupidez, de quienes interesados en marchar por una causa que creían justa, hicieron un vago llamado a concurrir con elementos de defensa, en lo que en un principio, claramente se entendió como armas de fuego, dándole razón a quienes calificaban a la marcha como organizada por violentistas y extremistas de derecha.

La muestra de intolerancia provino como no, de las organizaciones y algunos movimientos y partidos de izquierda, que llamaron a boicotear, e incluso a agredir a quienes participaban en la marcha contra la ley migratoria, además de las protestas de cierta prensa ideologizada que puso el grito en el cielo.

Estas muestras de una intolerancia enfermiza que ha sido característica de la izquierda chilena más extrema, evidencia que quienes fueran acérrimos críticos de la Constitución de 1980 del Gobierno Militar, que tanto han atacado, cacareando la conculcación de sus derechos, hoy se compran sin ambages lo que aquella decía en su artículo 8° (hoy suprimido), que decía que no permitía la existencia de personas o grupos que tuvieran concepciones «de la sociedad del Estado o del orden jurídico, de carácter totalitario o fundada en la lucha de clases», eran consideradas ilícitas y «contrarias al ordenamiento institucional de la República”, demostrando la izquierda que la represión les encanta y la esgrimen sin pudor cuando se trata de sus ideas evidenciando que la política es buena o mala según le convengan las ideas en juego al sector que plantea dichas ideas.

La muestra de cobardía vino nuevamente de las autoridades de gobierno, quienes amedrentadas una vez más por el coro de vociferantes,  cedieron a las amenazas denegando el permiso a los solicitantes para marchar.

De esta forma, la intendencia de Santiago  dijo que, a partir del llamado antimigración hecho para marchar, otras agrupaciones habían convocado otra marcha contra la primera previendo “un ánimo de violencia, no de reinvindicación de alguna causa, agregando que era su deber «cuidar a los santiaguinos en un día extremadamente familiar» (día del niño), pidiendo la intendenta en santiago a los ciudadanos no asistir a la marcha, pues señaló que se tomarán «todos los resguardos para que no marchen». «No vamos a permitir eso y hemos tomado todas las medidas para que, si insisten en marchar, no ocurra».

Carlos Peña, reconocido intelectual del progresismo afirmó en su columna habitual del diario El Mercurio: “Uno de los principios básicos de una sociedad abierta y democrática lo constituye la defensa de la libertad de expresión. Esta incluye no solo el discurso en sentido estricto, sino también la ejecución de gestos, actuaciones, performances o payasadas (recientemente ha habido varias). En suma, una sociedad abierta, en principio, no pone restricciones a la manera en que los individuos comunican sus ideas acerca del mundo ni controla el contenido de las mismas.” Se pregunta si incluye eso a quienes se oponen a la inmigración y se responde “Por supuesto que sí”, para finalizar manifestando que “La libertad de expresión, al igual que todos los derechos fundamentales, no depende de lo que su titular piense, crea o comunique”.

Llama la atención que el gobierno permita las más diversas expresiones políticas sociales o culturales manifestadas en marchas de todo tipo sustentadas por el mundo progresista y niegue “de una” la posibilidad de manifestarse al mundo más conservador, atemorizado por las amenazas de ejercer violencia por parte de la izquierda, cuando en otras oportunidades ha destinado ingentes medios policiales para proteger funerales de narcotraficantes para “impedir desmanes” y renuncie al ejercicio de su autoridad para impedir desmanes destinados a ejercer la libertad de expresión, equivocada o no.

Así, el domingo 11 de agosto en diversas ciudades del país, aunque en forma reducida, se realizaron diversas marchas no autorizadas ocurriendo especialmente en santiago numerosos incidentes, resultando varios participantes en la marcha detenidos. Adicionalmente numerosos migrantes respaldados por organizaciones de izquierda, se reunieron en el “Museo de la Memoria”, lo que evidencia una vez más la  extraordinaria capacidad de manipulación de algunas organizaciones para apropiarse de ciertas causas y transformar conceptos.

Por su parte, la derecha más radicalizada le da argumentos de todo tipo para victimizarse. El llamado a portar armas en la marcha, parecían provenir más que de adherentes, de gente interesada en que estas manifestaciones fracasaran. Para que decir de otras sugerencias por el estilo que a diario se ven en redes sociales. Aunque, hay que reconocer que la inacción y el “laissez faire” del gobierno con los extremistas y delincuentes ayuda bastante.

De esta forma, nuevamente la política muestra lo peor de si, apropiándose de uno u otro drama humano, polarizando la sociedad tratando de imponer su visión de la sociedad en lugar de  lograr el tan necesario entendimiento armónico para lograr consensos… Pero para ello se necesita firmeza y liderazgo… algo de lo que al menos en este momento estamos muy lejos.

 

Cuando la izquierda sale a la calle, la derecha tiembla

Por Fernando Thauby González

Esta interesante expresión fue proferida por la ex Presidente Bachelet, en un momento en que la euforia le desplazó la máscara y su fea cara totalitaria quedó expuesta. Es interesante porque estamos en un momento en que “la calle” parece estar dando paso a las Redes Sociales (RRSS) que están siendo acusadas de haber caído en manos de totalitarios.

El New York Times (NYT) en un artículo del 9 de agosto, se pregunta “¿cuáles son las consecuencias del creciente rol de internet como una fuerza radicalizadora?” y a continuación establece un enlace con el reciente tiroteo en El Paso (EEUU) en que un nacionalista blanco mató a 32 personas, sin mostrar la relación entre uno y otro evento. NYT señala que tratan de despejar la incógnita del rol de las RRSS en la radicalización de la sociedad mas allá de unos pocos extremistas solitarios, llegando a afectar al total de la sociedad.

Explican que su estudio toma a Brasil como ejemplo clásico por dos razones: el giro rápido y radical de la política eligiendo al extremista de derecha Jair Bolsonaro y también porque Brasil es el segundo mayor usuario mundial de Facebook detrás de EEUU y concluye que aquí hay importantes lecciones para el mundo. Llama la atención la ausencia de un estudio similar que investigue lo que hay detrás de la radicalización y totalitarismo de izquierda que ha florecido en Venezuela, en Argentina, en Nicaragua o en Cuba, donde facebook no es tan popular.

Cabe preguntarse, ¿por qué la derecha debería temblar cuando la izquierda sale a la calle? La respuesta es simple, porque la izquierda, en sus manifestaciones, siempre lleva violencia, incendio y asalto a locales comerciales, bombas incendiarias, insultos, vandalismo en los bienes públicos y edificios en la trayectoria del avance de las turbas organizadas y dirigidas por profesionales del terrorismo callejero.

Se dice que es obra de “infiltrados” y otras excusas por el estilo. Todos sabemos que son mentiras.

La derecha no marcha, no incendia, no asalta, no destruye, no golpea, no tiene capucha, ¿es que es cobarde?, tal vez, ¿es que teme a los golpes?, probable, ¿es que el enfrentamiento físico las atemoriza? probable también, pero el origen de todas esas reacciones es el mismo, es una clase de personas para las cuales la razón fue el reemplazo definitivo del piedrazo y en muchos casos es una actitud heredada de muchas generaciones.

Cuando la izquierda sale a la calle y se toma las avenidas, incendia los buses y amenaza a los que no son de su grupo ¿qué hace “la derecha”?, se queda en su casa o circula con rapidez y disimulo, semi escondida. ¿Cómo hace sentir su reprobación y protesta? No tiene cómo.

La policía está acorralada por los medios de comunicaciones controlados en su mayoría por la izquierda, si trataran de hacer cumplir las leyes caerían bajo la guillotina propagandística apoyada por los organismos creados y mantenidos por el estado para defender a los infractores (delincuentes) y si intentaran protestar serían y son excluidos de los foros, matinales, programas periodísticos y demás, salvo que hayan sido domesticados y “cooptados”, como algún alcalde por ahí.

Así, han comido mierda por años.

Las RRSS vinieron a dar vueltas las tornas, “la derecha” ya no necesita salir a la calle a pelear con matones más duchos en el diálogo a palos y patadas; el ingenio, el humor, la ironía, el sarcasmo y la perseverancia son lo suyo y les dan ventaja sobre los simios brutales. Una señora de 70 años vale lo mismo o mas que un matón.

Muchos han encontrado este espacio para burlar el boicoteo periodístico, a los periodistas abusadores o arrendados por el dinero rojo. Me parece que el rebalse de la frustración contenida por años y años, estalló y comienza a salir.

Viene nuevos tiempos, la lucha está tomando otro cariz. Que la izquierda no tiemble, la derecha no saldrá a la calle, los vencerá con buenas maneras en la lucha del intelecto y la capacidad para conseguir los votos para fundar una nueva república, de verdad democrática, justa y respetuosa de las leyes.

Abusaron en exceso y les llegó su hora. Se acabó.

 

¡Dejen en paz al Ejército!

Por Patricio Quilhot Palma

La desgraciada situación por la que cruza nuestro Ejército de Chile ya no da para más. A una bullada campaña de prensa, desatada por una camada de fieras de todos los colores políticos, se suma el irresponsable descabezamiento de su alto mando, provocado por una porfiada persecución judicial, lo que ha generado una grave vulnerabilidad para la seguridad de nuestra nación.

Una cosa son las causas por desfalco, en las que debe haber claros responsables que paguen por ello. Otra cosa es la persecución sin fin, desatada por una forma de justicia arcaica, en contra de todo aquel que ꟷingenuamenteꟷ siguió una norma informal, impuesta por la tradición y comunicada, normalmente, por los mismos que entregaban el beneficio. No puede ser delito aquello que se comete sin saber que lo es. Así ocurría con el tema de los pasajes y fletes, donde se recibía un decreto con la designación, incluyendo derechos económicos que se señalaban como de carácter personal. Devolver el dinero no era aceptable ni posible, puesto que ya había salido del registro contable y su destino no era otro que beneficiar al funcionario designado en comisión al extranjero.

Lo anterior, fue sistemáticamente utilizado por todo funcionario público del estado, sin excepciones. Sin embargo, los únicos que hoy son perseguidos judicialmente son los miembros del ejército. Si ello no es injusto, al menos constituye una discriminación flagrante, amparada en el conveniente silencio de un mundillo político que cada día se parece más a aquel que nos llevó al caos y al conflicto.

Lo que jamás debió haber sucedido es que el gobierno, responsable último por la Defensa Nacional, se haya hecho a un lado, permaneciendo como simple espectador, mientras le descabezaban a su arma más valiosa para la protección de la integridad territorial de Chile. La pusilánime justificación de “que hay que dejar que las instituciones funcionen”, propia de un tiempo de inmorales, hace cuna en un gobierno de derecha, supuestamente patriótico y práctico, por considerarse menos ideologizado que sus adversarios históricos.

Por desgracia, nos encontramos frente a una situación de desmantelamiento de una institución donde la experiencia es un elemento esencial para la calidad de sus mandos. Un oficial general no surge de la simple promoción de un oficial más joven, por muchos títulos que éste posea. Lo que marca la diferencia es precisamente su permanencia previa en diversos cargos subalternos, por el tiempo necesario para dominar la mayor parte de los temas profesionales que le permitirán asumir la conducción de grandes unidades.

Increíblemente, esto que parece tan simple, es muchísimo mejor comprendido por la izquierda política, tal vez por profesar una ideología en la que el uso de la fuerza les ha sido clave, ya sea para imponerla o para mantenerse en el poder. La derecha, por desgracia, muestra una ignorancia supina respecto de la orgánica militar y su funcionamiento. Es cosa de observar actitudes y medidas provenientes de sus próceres más representativos, para comprender que las FF.AA. nunca han estado mejor que con los gobiernos de izquierda.

Incluso Allende lo comprendió y trató, hasta el último momento, de congraciarse con ellas, atrayendo a sus comandantes en jefe a su ministerio y enviando a sus cuarteles a los camiones de las JAP, cargados de productos inaccesibles para quienes no eran sus partidarios. Aunque su ideología sea profundamente antagónica con los principios militares de nacionalidad, patriotismo y fidelidad a la bandera, los marxistas chilenos parecen haber comprendido que la frase de Eduardo Frei Montalva era correcta, cuando señaló que “el poder verdadero está en los fusiles”. Si no lo cree, por favor mire lo que sucede en Venezuela…

Por el contrario, cada vez que la derecha ha gobernado, la piedra de tope para sus desahogos populistas ha sido el ejército y sus instituciones hermanas. En lo particular de este caso, da la impresión que para ellos un general es lo mismo que un gerente, el cual puede ser cambiado cada vez que se desea dar un nuevo ritmo o un giro a su negocio. El problema es que éste no es “su” negocio, sino el de “todos”, para lo cual el gobierno debe razonar estrategias y preservar los medios requeridos para su logro.

Tal debilidad de la derecha, es inteligentemente aprovechada por la izquierda, estimulando la brecha con las instituciones armadas a través de un ataque hacia los generales y las tradiciones del ejército, lo cual ꟷcombinado con el frente judicialꟷ terminará pasando la cuenta al gobierno de derecha y no a ellos. En una brutal paradoja, no debería sorprendernos que en la próxima campaña electoral, los candidatos de izquierda busquen capitalizar el rechazo de los militares hacia una derecha que permitió o avaló su desastre.

Un ejército sin generales o con generales sin experiencia, será siempre un incentivo para el enemigo, estimulando amenazas donde la disuasión ya no funciona. Sean ellas de origen externo o interno, el tema supera al concepto de “Defensa Nacional” y cae dentro del ámbito de lo que el complejo antimilitar de los políticos ni siquiera se atreve a nombrar: la “Seguridad Nacional”. Si no es así, ¿cómo explicar la irresponsabilidad de no contar con un servicio de inteligencia que alerte oportunamente de las intenciones hostiles? ¿O es acaso posible no prever el eventual empleo del ejército en un conflicto interno, como puede ocurrir en La Araucanía?

Sin un Inteligencia de verdad y sin generales o con generales inexpertos, nuestro país se encuentra gravemente limitado para la preservación de sus intereses nacionales permanentes. La responsabilidad por ello recae exclusivamente en un gobierno incapaz de comprender los verdaderos alcances de su rol, empañada su visión por la neblina del poder y de la popularidad, a costa de la historia. Una muestra fatal de su irresponsabilidad y falta de coraje para enfrentar los verdaderos desafíos de la conducción de un país, muy distinto de lo que significa dirigir una empresa o un grupo de ellas, por grande que sea. Dejen en paz al Ejército de Chile, porque sin él “no hay fusiles para ejercer el poder”, tanto hacia afuera como hacia adentro. Si no lo entienden, por favor lean la historia del mundo y de Chile, donde lo comprobarán. Un verdadero “estadista” es quien es capaz de pensar y actuar en procura de los grandes objetivos nacionales, haciendo lo que sea necesario para impedir que ellos sean amenazados o conculcados. Por más Razón que haya, sin la Fuerza ésta de nada vale.

Vallejo, Piñera y Compañía Ilimitada

Por Hermógenes Pérez de Arce Ibieta
Camila Vallejo propuso disminuir las horas semanales de trabajo a 40, conservando los mismos sueldos. Un disparate socialmente regresivo, pues significa empobrecer a los que ya son los más pobres. En efecto, encarece el salario en el mercado formal, lo que disminuye el empleo ahí y así lanza a los que menos ganan al mercado informal, donde ya están los más pobres de todos. Los mismos, debido a la nueva competencia de más gente buscando trabajo, verán disminuidos sus ya exiguos salarios informales menores que el mínimo legal obligatorio.
Una tontería digna de Tontilandia, donde el 74 %, según las encuestas, apoya la medida. Esto desencadenó que su Presidente encuestocrático se apresurara a hacer suya la idea, pero proponiendo rebajar las horas a 41. Siempre Piñera ha querido hacer suyo todo, pero en particular le han encantado las ideas de los comunistas,
como la de meter presos a los militares que impidieron acá el «golpe de Praga» a que se refería Aylwin en 1973. Ahora está reeditando las «chaquetas vino tinto» discurridas hace años por otro marxista, Hugo Chávez, y ha hecho confeccionar casacas coloradas gruesas que hacen sudar a sus ministros, ministras y ministres obligados a usarlas con los 26 grados de agosto.
En Tontilandia hay siempre una mayoría sólida para apoyar los disparates. Pero rigen diferentes quórum en favor de los mismos. Cuando son simplemente malas ideas, la aprobación ronda los 2/3 (los famosos «dos tercios» chilenos que eligieron a Allende en el Congreso). Cuando son pésimas, como la de Vallejo, Piñera Ilimitada, suscitan la aprobación, según las encuestas, de casi 3/4 (74%). Y cuando, además de malas o pésimas, son inmorales o delictuales, como la iniciativa de 1971 de robarles la Gran Minería a los norteamericanos, suscitan la unanimidad de los votos en el Congreso.
Piñera estaba ayer viernes tan ufano de haber adherido a la idea de su socia Camila que, cuando supo de la novena presea dorada récord obtenida por los deportistas chilenos en los Panamericanos del Perú, ordenó disponer al avión presidencial para viajar allá inmediatamente y a tiempo de aparecer él en los noticieros nocturnos al centro de la escena y mordiendo el oro de la medalla. No le importó nada el déficit presupuestario de más de 2 % del PIB ni menos se acordó de su crítica de falta de austeridad a la FACH por haber hecho una demostración aérea en su aniversario.
Es que no resiste la tentación de apropiarse de un éxito ajeno y aparecer en el centro de la foto. Sin duda, Tontilandia tiene el Presidente que se merece

Para no Creerlo

Por Cristián Labbé Galilea
El escenario económico en estos días no ha dejado a nadie indiferente, menos aún a uno de nuestros contertulios que se caracteriza por su habitual pesimismo, al punto que cuando se le pregunta como está, contesta… “Bien… Pero no te preocupes, se me pasará”.
Sin mediar mucha introducción, este “sugestivo augur” hizo tenebrosos presagios que fundamentó apoyándose en los efectos que en nuestra débil economía tendrían: la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la devaluación del Yen, el alza disparada del dólar, la caída de los mercados y de las bolsas a nivel mundial, la baja del precio del cobre, la reducción a 40 horas de la jornada de trabajo…
Sus lúgubres augurios fueron interrumpidos, en uno de sus cortos respiros, por un “habitué” algo más objetivo… “no seas tan pesimista, es cierto que la situación es difícil, pero no todo es tan negro; si bien el crecimiento ha estado por debajo de las expectativas, nuestra economía -en términos generales- sigue sólida y sana”.
Las opiniones se dividieron. Unos, los menos, apuntaron sus dardos al poco compromiso de algunos empresarios grandes, medianos y pequeños que, inescrupulosamente y carentes de la más mínima ética, se aprovechan de cualquier espacio que les genere el mercado para defraudar. Los ejemplos volaron: Multinacionales que, con bajos estándares de calidad, abusan de sus licencias y ponen en entredicho las políticas de concesiones; transportistas que burlan las revisiones técnicas, que clonan las patentes; pequeños comerciantes que ingresan y distribuyen juguetes altamente tóxicos….
Otros, los más, las emprendieron contra el “aparato público”, el tan manido Estado, que crece descontroladamente y que cada vez es más burocrático e ineficiente. Como dijo alguien: “Mientras este “monstruo de mil cabezas” no mejore su gestión y se desprenda de toda la grasa que las sucesivas administraciones le han generado, por pago de favores políticos, difícilmente será un buen gestor y un eficaz promotor del emprendimiento privado”.
Hasta aquí las responsabilidades iban y venían; la discusión se mantuvo más o menos equilibrada hasta que uno de los presentes comentó el fiasco cometido por el Ministerio de Obras Publicas de la administración anterior, en relación con la construcción del aeródromo de Peldehue, alternativa al terminal aéreo de Tobalaba, que costó 11.000 millones de pesos: a pesar de estar listo, no podrá operar porque no se contempló sacar una torre de alta tensión próxima al cabezal de la pista.
¡Para no creerlo…! El traslado que no se previó oportunamente, “transgrediendo los principios de eficacia, eficiencia, coordinación e idónea administración de los recursos públicos” (informe de la Contraloría) ahora costará otros 11.000 millones y tomará al menos hasta finales del 2020…
Cuesta creer, ante casos como el descrito, que sea fácil enfrentar el complejo escenario económico actual y generar confianza en el mundo del emprendimiento…
Por más optimista que uno sea, es válido preguntarse: ¿Cuántas situaciones más habrán en las que sólo cabe decir:… ¡para no creerlo! o, simplemente ¡PLOP!…?

Los «legados malditos» de Bachelet a Piñera

Por Javiera Barrueto B., periodista

Defender el legado de la ex Presidenta Michelle Bachelet ha sido la estrategia de la ex Nueva Mayoría desde que finalizó su periodo en La Moneda hace 16 meses. Y con tal fuerza, que los dirigentes de la oposición encuentran un punto fácil de unidad cuando de críticas al actual gobierno se trata.

Pero parte de ese legado también ha debido ser asumido por el Presidente Sebastián Piñera. Claro que con otro cariz. Es el lado «menos amable» de la herencia del gobierno de la Nueva Mayoría, ya sea porque les ha correspondido implementar políticas con las que no concuerdan o porque les ha generado problemas internos, incluso con conflictos dentro del mismo oficialismo.

Así ocurrió en el último episodio de estas características, la semana pasada. En la oportunidad, se hizo público que la ministra de Culturas, Consuelo Valdés, firmó un decreto -cuyo acuerdo se afinó en el gobierno anterior- para que se declarara monumento histórico un sitio que fue ocupado por el MIR a comienzos de los 80, en la Región de los Ríos. La medida desató las críticas de la UDI, la secretaria de Estadio dio sus argumentos -diciendo que prácticamente estaba de manos atadas-, pero en el sector no se detuvieron los cuestionamientos.

Como este ejemplo, otras autoridades han debido enfrentar una compleja crisis con el «lado oscuro» del legado.

Un monumento de críticas

«Sitio de Memoria Retén de Carabineros de Neltume» y el «Sitio de Memoria Campamento 83 del Destacamento Guerrillero Toqui Lautaro», son los lugares que  desataron la polémica tras ser declarados monumentos históricos con la firma de la ministra Valdés. En el decreto -dictado por el gobierno y publicado en el Diario Oficial- se dice, sobre el primero, que allí «ocurrieron confusos incidentes entre Carabineros y dirigentes del Cofomap el 12 de septiembre de 1973». Y el segundo caso se trata del último de los lugares implementados por el MIR como «espacio de resistencia armada», de comienzo de los 80.

El documento firmado por Valdés generó fuertes críticas desde la UDI, puesto que en la colectividad aseguraron que la ministra realzaba la violencia política y que no era razonable la medida. «Ni la Concertación ni la Nueva Mayoría homenajeron al MIR de esta forma», criticó el senador de la UDI, Víctor Pérez.

Por su parte, la secretaria de Estado sostuvo que la medida formaba parte de un acuerdo del Consejo de Monumentos Nacional aprobado durante el gobierno de Bachelet. Incluso, aseguró que si no tramitaba el decreto podría haber sido acusada de abandono de deberes. «Como ministra no tengo, bajo la actual ley de monumentos, facultades para rechazar un acuerdo realizado por el CMN, aún cuando no lo comparta. No tramitar este acuerdo significa caer en notable abandono de deberes”, señaló Valdés a La Segunda. Pero la situación no está zanjada. De hecho, la presidenta de la UDI Jaqueline van Rysselberghe, llamó a que revirtiera el mentado decreto.

Además de llevar el reclamo hasta La Moneda, la senadora señaló: “Es insólito que la ministra de Cultura, que es quien tiene que realzar aquellos aspectos que enriquecen a la sociedad, realce como monumento histórico un lugar donde se generó violencia política y le costó la vida a personas”.

En la «historia» el cambio en la malla curricular

Hace dos años el Consejo Nacional de Educación (CNED) evaluó las propuestas de bases curriculares elaboradas por el Ministerio de Educación bajo el gobierno de Bachelet. El proceso concluyó que a partir de 2020 los estudiantes de 3° y 4° medio tendrán un nuevo sistema de asignaturas obligatorias y electivas.

Precisamente esas disposiciones generaron polémicas por establecer el ramo de historia como electivo de profundización. El objetivo de esta modificación fue establecer la asignatura de Educación Ciudadana como obligatoria para todos los establecimientos, puesto que se hace cargo de los contenidos que -hasta el momento- se enseñan en Historia, Geografía y Ciencias Sociales en los últimos dos años de enseñanza media.

La medida, impulsada durante la gestión anterior, fue respaldada por la ministra de Educación, Marcela Cubillos. «Quiero señalar muy claramente que cualquiera que lea hoy día las bases curriculares va a entender que en la materia de Historia hoy día un estudiante tiene las posibilidades de tener más Historia y en ningún caso menos. Y en materia de Educación Física, lo mismo”, señaló en mayo la titular de la cartera. Su postura bastó para que los dardos se centraran en este gobierno y no dónde se generó el cambio. Colegio de Profesores, grupo de historiadores, dirigentes políticos, todos tomaron esta bandera de lucha como si la medida hubiese sido idea de Cubillos.

Medidores inteligentes: la división de dos bacheletistas… y la cuenta que pagó la ministra

“Nosotros como gobierno heredamos esta situación y hemos querido ser parte de la solución”. Con esas palabras la ex ministra de Energía, Susana Jiménez, abordó el panorama sobre la implementación de los medidores inteligentes, a fines de marzo de este año. Días antes se había revelado que desde septiembre miles de usuarios pagaban por los medidores inteligentes que las empresas eléctricas habían instalado.

Y si bien esta ley entró en vigencia durante el primer año del gobierno de Sebastián Piñera, fue una medida sellada bajo la administración de Michelle Bachelet. En enero de 2018, a solo dos meses de que la ex Mandataria finalizara su periodo en La Moneda, el entonces ministro de Energía, Andrés Rebolledo, se desplegó en el Senado para que se aprobara el proyecto.

El secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Andrés Romero, explicó entonces la propuesta del gobierno: las compañías eléctricas debían ser las dueñas de los medidores y que su instalación y mantención debía ser pagada por los usuarios. Las modificaciones fueron aprobadas por unanimidad. De esta manera, el proyecto volvió a la Cámara, donde fue aprobada por todos los diputados.

Sin embargo, recién este año se conoció que el “usuario paga todo”, según afirmó el Presidente Piñera el 5 de marzo. Incluso, la polémica en torno al financiamiento de los medidores inteligentes derivó en que se enfrentaron dos bacheletistas  y ex ministros de Energía durante el gobierno anterior: Máximo Pacheco y Andrés Rebolledo.

“Esto fue un golazo que le metieron las distribuidoras eléctricas al Estado. Es una política contra el bien común y en favor de las distribuidoras que con ello están cometiendo un abuso inaceptable contra los hogares”, aseguró Pacheco. Mientras que Rebolledo respondió que “de ninguna manera fue un golazo (…). Esta es una política que se llevó a cabo en el gobierno anterior por un tiempo muy largo, estos son elementos técnicos que requieren un trabajo muy preciso”.

Aunque las recriminaciones eran entre los ex ministros, la cuenta la terminó pagando la actual administración. De hecho, según una encuesta Cadem del mes de abril arrojó que el 85% desaprobaba la forma como el gobierno había manejado el tema de los nuevos medidores.

Y la «maldición» del legado incluso pudo ser uno de los factores para que, en junio pasado, la ministra Jiménez tuviera que dejar la cartera.

TPP 11, el (des)acuerdo traicionó a Heraldo Muñoz

Cuando faltaban cuatro meses para que la ex Presidenta Michelle Bacheletentregara su banda presidencial, abrochó un tratado de profundización comercial entre Chile y China. Y en el marco de la Cumbre de APEC en Vietnam, también, destrabó el relanzamiento del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífica (TPP 11).

En la gira por el sudeste asiático, la ex Mandataria estuvo acompañada por su entonces canciller, Heraldo Muñoz, quien valoró los avances comerciales.

“Con el TPP 11, el Pacífico se consolidará como la zona de mayor dinamismo económico. Una vez que concluya el proceso, Chile será parte de un acuerdo comercial inclusivo, de última generación y altos estándares. Celebro los avances que alcanzamos en Da Nang”, señaló Bachelet el 11 de noviembre de 2017.

Y ya a tres días de que la ex Mandataria finalizara su mandato, selló el TPP 11 junto a otras 10 naciones. “Su objetivo es contribuir al crecimiento económico y crear nuevas oportunidades para empresas, trabajadores, agricultores y consumidores”, señaló el ex canciller Muñoz.

Pero 17 meses después, el TPP 11 estuvo lejos de aunar a la oposición. Hecho que pudo complicar a la actual administración que siempre se mostró partidaria del acuerdo comercial. ElPPD, EL PS y el PC rechazaron de plano el tratado, «traicionando» a sus líderes del sector.

En la votación del 17 de abril, Heraldo Muñoz no logró conquistar los votos de su bancada. Así, según fuentes conocedoras de la negociación, la negativa de esa colectividad al TPP 11 significó un dura «derrota emocional y política» para el ex canciller. Y, de paso, complicó al Ministerio de Relaciones Exteriores que tuvo más de un obstáculo para sacar adelante el tratado.

Finalmente, gobierno consiguió la aprobación del acuerdo en la Cámara con los votos de Chile Vamos, la DC, el PR y un solo socialista. “Estoy decepcionado, porque una fuerza política no se puede comportar de una manera cuando es gobierno y de otra radicalmente distinta cuando es oposición”, señaló entonces el diputado Pepe Auth.

El pacto migratorio de Marrakech que complicó al embajador en la ONU y a RR.EE.

“Yo lo lamento, pero es una decisión del gobierno actual, y yo no puedo menos que señalar que espero que algún día Chile se sume al pacto global, que creo que puede ser muy positivo”. Esas fueron las palabras de la Alta Comisionada para los DD.HH., en diciembre pasado, para referirse a la decisión del gobierno de Piñera de restarse del pacto migratorio de Marrakech.

Las negociaciones del pacto comenzaron en 2016, bajo la administración anterior. La antesala a Marruecos fue la Asamblea General de las Naciones Unidas de hace tres años. Y en esa jornada se firmó la “Declaración de Nueva York” tras la Reunión Plenaria de Alto Nivel sobre los desplazamientos de refugiados y migrantes.

Además de los cuestionamientos que surgieron desde la oposición, al interior del Minrel se produjo una compleja polémica. Así lo reveló El Líbero en diciembre pasado. En esa fecha, la decisión de La Moneda era firmar el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular. Pero con reparos y estos quedarían plasmados en la cumbre en la ciudad de  Marrakech. Sin embargo, el embajador ante las Naciones Unidas, Milenko Skoknic -cercano a Muñoz- habría rechazado leer el texto elaborado por La Moneda y la Cancillería. Al saber de la situación, el Presidente ordenó el retiro inmediato de la cita.

Una semana después de Marruecos, en el plenario de la Asamblea de Naciones Unidas (en Nueva York), quien habló por Chile fue el representante alterno de la Misión Permanente ante la ONU, Jorge Iglesias. Y expuso: «El Pacto incentiva la migración irregular, pues no distingue entre inmigrantes regulares e irregulares en lo relativo a la reunificación familiar», promueve el ingreso de inmigrantes vulnerables que no han solicitado asilo ni «han sido reconocidos como refugiados», y afecta del derecho soberano de todo Estado. Esta vez, todo en línea con el Presidente Piñera quien ya había afirmado: «Si bien el Pacto de Marrakech no es legalmente vinculante, sus objetivos, su contenido, incentivan la migración irregular, establecen nuevos deberes para el Estado de Chile, restringen nuestra soberanía y pueden perjudicar a nuestro país en eventuales juicios internacionales».

El Sistema de Admisión Escolar llega a la Región Metropolitana

Hace dos años la ex ministra de Educación, Adriana Delpiano, impulsó el Sistema de Admisión Escolar (SAE). La iniciativa detonó el debate en torno al proceso de selección escolar, puesto que el gobierno del Presidente Piñera ha subrayado que el mérito y el esfuerzo debían ser un criterio válido de selección.

De hecho, en un intento por equilibrar la política del legado de Bachelet se lanzó el proyecto Admisión Justa. “Vamos a contribuir a una sociedad con mejor calidad de educación, a una sociedad con mayor igualdad de oportunidades, a una sociedad que sepa valorar el esfuerzo y reconocer y premiar el mérito”, señaló el 10 de enero pasado el Mandatario.

Sin embargo, la iniciativa vivió un duro revés luego de que se rechazara en la comisión de Educación de la Cámara, el 13 de mayo. La expectativa del Ministerio de Educación era tener aprobado en junio este proyecto, antes de que el SAE entrara en vigencia en la Región Metropolitana, única zona que aún no se suma al mecanismo y que tiene la mayor cantidad de colegios emblemáticos.

Será a mediados de agosto su debut en la RM. Y ya la ministra Cubillos advirtió que será una compleja implementación. «Nosotros estamos convencidos, y lo hemos dicho desde el comienzo, que el sistema de admisión escolar tiene un problema de diseño, independiente de una gestión perfecta, que es la que vamos a procurar hacer, igual que la del año pasado» Y agregó que se podrían repetir «situaciones muy injustas» que ya se vieron en regiones.

Así, en las próximas semanas, se podrá ver cómo el gobierno administrará otra de las herencias, ahora en Educación, dejada por Bachelet.

Fuerzas Armadas Polivalentes

Por Christian Slater Escanilla

Es fácil jactarse del triunfo de una Ley que por años estaba en discusión. Es fácil auto proclamarse como el gran líder del cambio, sobre todo cuando la sociedad nunca supo cuál fue la opinión de los Comandantes en Jefes Institucionales. Muchos salieron a hablar por lo que ellos no pudieron comentar.Opiniones de ex oficiales institucionales, algunas de ellas, notoriamente cargadas de conveniencias o ambiciones personales y eso, es lo que más molesta.Es fácil adueñarse de los Medios de Comunicación, cuando –salvo honrosas excepciones– hay una abismante sequía de opiniones sobre temas castrenses, de los que realmente conocen y han vivido una experiencia en la Fuerzas Armadas (FAs).

Usted señor Ministro de Defensa y aquellos comentaristas, hicieron muy bien el trabajo. Tan bien como el tema del Decreto que dispone o autoriza el empleo de las Fuerzas Armadas en el combate del narcotráfico. Tenemos una de las mejores fuerzas de orden del mundo, tanto de Carabineros como de la Policía de Investigaciones. Bastaba tan solo con empoderarlas y equiparlas adecuadamente. Pero se usó como justificación que los medios los tenía el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada y que además, estos medios eran de muy alto costo.

No fue la misma reflexión que se utilizó para traspasar, en tan solo unos pocos días, los Carros MOWAG del Ejército a la unidad de carabineros que operó en la IX Región de la Araucanía. Esa, que desde el mismo día de su inauguración adelanté su triste y fatal final. No por culpa de carabineros sino por culpa de una antojadiza y parafernálica decisión del Gobierno. Me temo, que nuevamente, en el mediano y largo plazo, ocurrirá algo parecido.

Cuando un Presidente de Chile cree que tener Fuerzas Armadas Polivalentes, significa que un Comando, Jefe de Salto, paracaidista y buzo táctico, que está entrenado para actuar en las espaldas del dispositivo adversario también lo puede utilizar para apagar incendios, sacar el barro o detener narcotraficantes, quiere decir que algo está fallando. Peor aún, cuando su Ministro de Defensa lo justifica, señalando: ¿Quién se puede negar a que colaboren las FAs en un país donde entra una cantidad enorme de droga…? (Diario El Mercurio, 28 de julio de 2019). ¡Usted Señor ministro!, justamente es usted el que se tiene que negar. Usted es el que las debe cuidar y no permitir su desnaturalización. Son hombres y mujeres que ingresaron al Ejército para ser soldados. Es lo mismo que ocurrió durante el Gobierno Militar cuando muchos Oficiales, Suboficiales y civiles, fueron obligados a integrarse a los Organismos de Inteligencia del Estado. Muchos eran jóvenes, creyeron ver una oportunidad de ser un agente secreto o algo así. Otros, sabiendo la responsabilidad que asumían, de mala gana cumplieron la orden. Sepa también que otros, desde el primer día hicieron todo lo posible por no ser parte de esas unidades. Usted y el Gobierno están cometiendo el mismo error. Abusan de la obediencia de los integrantes de las FAs y posteriormente no se harán responsables de los problemas que deberán enfrentar. Eso ya lo sabemos.

Peor aún, cuando usted como Ministro de Defensa, sacando pecho frente a los Medios de Comunicación, señala que “todos ganaron”, incluso la oposición. Obvio Señor ministro, hace mucho tiempo que es la oposición la única que está ganando y ustedes como gobierno están perdiendo y siguen a la baja, con tan solo un 29% de aprobación (Encuesta CADEM del 21 de julio).  Chambonada tras chambonada, apagando incendios y levantando otros temas para desviar la atención pública. Una añeja y poco novedosa estrategia comunicacional que abusivamente fue utilizada en el Gobierno de la presidenta Bachelet.

Pero usted va más lejos aún, al presentar esa nueva Ley de Financiamiento de las Fuerzas Armadas, “como un ejemplo de acuerdo en Defensa para sacar adelante las reformas tributarias y de pensiones”. Prefiero pensar que la periodista se equivocó en transcribir su declaración. De lo contrario, bajo esa lógica, el resto de los ministros son unos ineptos. Se imagina usted al ministro del Interior imponiendo su idea de cómo debe ser Gendarmería. Imposible, ellos tienen sindicato y, como ya lo dicho otras veces, asustan más (al Gobierno) que un tanque Leopard, una lancha misilera o un avión F16. Ni hablar del conflicto con los profesores. Por lo mismo señor ministro, los mejores no están en su Ministerio, ese es el más fácil de liderar. Ahí existe la disciplina, la verticalidad del mando y la obediencia al poder político. Supongo que eso lo sabe, pero no está de más recordárselo a la Opinión Pública.

Señores políticos y congresistas, los Patriotas pueden ser engañados una, dos o tres veces, pero no toda la vida. Precisamente, para no olvidarnos, estamos tomando nota de cómo han destruido y desmantelado la institucionalidad del Estado de Chile. De cómo se han adecuado a las exigencias de la izquierda y de cómo, a través de una indescriptible deslealtad (para no decir traición), han negado sus orígenes y el exitoso Gobierno de las Fuerzas Armadas, encabezado por su presidente el General Augusto Pinochet Ugarte.  Les recuerdo que ese Gobierno, después de 15 años, en el Plebiscito del 5 de octubre de 1988, obtuvo un 44,01% de aprobación. Un Gobierno que entregó el poder democráticamente y elaboró una Constitución que aún está vigente.

Foro de Sao Paulo 2019

Por Roberto Hernández Maturana

Entre el 26 y el 28 de Julio, se está efectuando en Caracas el «Foro de Sao Paulo», encuentro de colectividades políticas de izquierda creado en 1990, cuando después de la caída del muro de Berlín la izquierda internacional comenzó a debatir como enfrentaría el nuevo escenario mundial, y el Partido de los Trabajadores de Brasil convocó a distintas fuerzas de América Latina para adoptar acuerdos para decidir líneas de acción en un momento de la historia en el  que habían fracasado estrepitosamente en nuestro continente  la vía insurreccional y las guerrillas, y el comunismo experimentaba un retroceso en todo el mundo. Fue entonces que se dio inicio a lo que más tarde se conocería como «socialismo del siglo XXI». Sin embargo lo que pudo haber sido un momento histórico de autentica renovación y democratización de la izquierda en el mundo, tomó a corto tiempo características cada vez más retrogradas y autoritarias con todos los resabios de la vieja usanza sesentera.

El primer experimento exitoso del Foro de Sao Paulo fue la llegada de Chávez al poder en Venezuela y posteriormente con su apoyo y el del régimen cubano, inició en América Latina un notorio avance hacia la izquierda, alcanzando el poder en Bolivia con Evo Morales, Argentina con los Kirchner, el Paraguay con Fernando Lugo, Ecuador con Rafael Correa y Nicaragua con José Daniel Ortega, además del Brasil de Lula da Silva y Chile con Michelle Bachelet, cuya coalición de gobierno era integrada por algunos partidos que pertenecían al Foro de Sao Paulo.

Si bien es cierto que los gobiernos antes  nombrados fueron elegidos democráticamente, en general su manejo económico aprovechó el boom de las materias primas para multiplicar el gasto público, abandonando -con algunas excepciones- el rigor fiscal y su discurso era populista, no exento en varios de esos países de ser marcados por escándalos de corrupción, varios de ellos marcharon hacia un autoritarismo que conculcó diversas libertades, especialmente la libertad de expresión, llegando los regímenes de Maduro en Venezuela y Ortega en Nicaragua a adoptar conductas derechamente dictatoriales defendidas por gran parte de los partidos de la izquierda latinoamericana.

En la actualidad, derechamente el Foro de Sao Paulo ha asumido la defensa de los gobiernos que aún sobreviven en Cuba, Venezuela y Nicaragua, que violan sistemáticamente los derechos de sus ciudadanos para mantenerse en el poder.

Sin embargo y afortunadamente, la mayoría de los países latinoamericanos miran con desconfianza y han dado la espalda al mal llamado socialismo bolivariano. Desde ese punto de vista, podemos decir que el balance para el Foro de Sao Paulo como espacio de propagación del “Socialismo del Siglo XXI” ha sido deplorable.

¿Y cómo andamos por casa?  El Partido Revolución Democrática del Frente Amplio pertenece a dicha instancia ideológica, aun cuando ha anunciado que revaluaría su permanencia y el Partido Socialista quién en esta oportunidad no envió representantes continúa formando parte activa del Foro.

El Partido Comunista ha mantenido sin ambages un férreo apoyo a los gobiernos de Ortega, Maduro, y al régimen Castrista cubano pese al creciente debate que se insinúa en sus filas. Es de esperar que al menos partidos como Revolución Democrática y el PS decidan formalmente distanciarse de una instancia cuya dinámica resulta incompatible con las visiones democráticas modernas.

La marea hoy le da la espalda a los  populismos de izquierda, y más aún a la violencia como método para alcanzar el poder, pero nada asegura que en el futuro vuelvan a surgir las políticas irresponsables, el odio como instrumento  político y la pusilanimidad, cuando no cobardía de gobiernos que habiendo sido elegidos mayoritariamente para gobernar defendiendo la libertad, el emprendimiento y la democracia, claudican ante los vociferantes seguidores del Foro de Sao Paulo.

Piñera: es lo que hay

Por Fernando Thauby González

En un lapso de dos semanas el gobierno de Sebastián Piñera ha logrado darse varios balazos en sus pies.

Uno fue el decreto que confirió la categoría de Monumento Nacional a otro “Museo de la Memoria” en la localidad de Neltume. Sus creadores destacaron “la importancia de la memoria para la acción en el presente, como un desafío constante para que las generaciones del pasado transmitan e insten a la comunidad y jóvenes a crear, participar y fortalecer espacios de organización para las luchas que hoy se dan en Neltume y alrededores”. Apología de la violencia política.

Otro fue a principios de mes, en el día del Juramento a la Bandera, el Presidente firmó – intespestivamente y sin aviso ni socialización previa- un decreto disponiendo la puesta en marcha de la participación y apoyo de las FFAA al combate al tráfico de drogas.

Como era de esperar, la oposición obstruccionista y odiosa, lanzó su habitual campaña ideológico – mediática. El Ministro de Defensa, Alberto Espina, desapareció por algunos días hasta reaparecer manifestando que el tema sería tratado por la ¡Contraloría General de la República!, sin hacer un modesto amago de enfrentar la defensa política del decreto del presidente. La comedia de equivocaciones concluyó el día 18 de julio con el gobierno retirando el decreto y prometiendo reenviarlo corregido a la ¡Contraloría!.

Entre medio el Presidente intentó tomarse sus días Ministeriales para viajar ¡a un congreso de informática en EEUU!. Afortunadamente alguién se dio cuenta del despropósito y aprovechando una crisis ocurrida en Osorno, canceló el viaje.

¿Es que el Gobierno no tiene abogados constitucionalistas capaces de darse cuenta de la legalidad de un proyecto de decreto?.

¿Será que la pobreza del Presidente lo lleva a necesitar “días administrativos” para ir a hacer negocios a EEUU?. Por lo demás, la forma en que los pediría es ilegal, no se pueden pedir todos los días juntos.

Todo esto se asemeja demasiado a la forma eficaz y definitiva en que arruinó el salvataje de “los 33 mineros” blandiendo el papelito con el mensaje frente a las narices de quien se le pusiera por delante.

Ya va la mitad del gobierno de Piñera, definitivamente no será recordado como un gran gobernante, será solo otro inquilino de la Moneda al que el puesto lo quedó grande.

Cuando escucho sus peroratas sobre sus pretendidos éxitos y su liderazgo de plástico, me lo imagino conduciendo a Chile frente a un Perú amenazante y apoyado por Cuba y la Unión Soviética; con la enmienda Kennedy encima y Argentina amenazando con invadirnos por meses y meses; con la Rebelión Popular de Masas del Partido Comunista a todo vuelo, con el financiamiemto de Alemania Oriental, con las armas cubanas y el entrenamiento soviético. Con el chantaje norteamericano de las “uvas envenenadas” y un coro de europeos hipócritas y cobardes aullando su odio hacia Chile.

Fuimos afortunados, a la cabeza de Chile, estaba el general Pinochet y no Piñera con sus desplantes ridículos, que en su apogeo llegó a ser solo un actor de reparto de su absurdo show en Colombia apoyando a un Guaidó fuleron y apocado.

Piñera va de salida, Gracias  a Dios, nuestra Patria puede aspirar a mejores tiempos bajo el liderazgo de otro presidente.

Descontando a Lavín, cualquiera puede ser mas decidido, perseverante, astuto y tenaz que Piñera y sobre todo, sin la histeria y autoestima deteriorada del actual incumbente.

Por ahora: Piñera es lo que hay; a agüantarse.

Entendiendo a Carlos Peña

Por Christian Slater Escanilla
Para entender a Carlos Peña, primero hay que entender que él es el actual Rector de la Universidad Diego Portales, cuyo nombre nos recuerda a ese comerciante y ministro conservador que lideró la revolución de 1829. Ese que, a sangre y fuego, durante el gobierno de José Joaquín Prieto, eliminó y fusiló a cuanto caudillo se pusiera por delante de sus ideas y del principio de autoridad, a tal punto que algunos lo confunden con un dictador. Razón suficiente, según aquellos, para justificar su asesinato, tal como le ocurrió, en otras circunstancias y en otra época a Jaime Guzmán, el líder y fundador de la UDI. Grupos asesinos que, siguiendo la lógica de Peña, nacieron al regazo de dictaduras violentas.

Por lo mismo, cuando Peña, en su columna del domingo 21 de julio, donde “El Mercurio” le concede  carta blanca para que escriba todas sus leguleyadas, los ignorantes lectores, nos tuvimos que tragar su dialéctica filosófica, que se fundamenta y respalda en sus experiencias como uno de los directores de CIPER y del mal llamado Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Razones más que suficientes para que el Diario “La Segunda”, lo declarara en una oportunidad como el intelectual más poderoso y en otra, como el más influyente. Un título que él —sabiamente—se apuró en descalificar.

Cura para caraduras

Por Cristián Labbé Galilea
Esta semana salieron a la palestra los señores parlamentarios: sus quehaceres legislativos, sus beneficios y sus tejemanejes. Ello a raíz de la cuenta pública que rindieron los Presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados. Según comentó alguien, “era como oír una melodía, sonaba maravilloso… Su trabajo, una sinfonía perfecta, ejemplar, tanto así que después de escucharla era válido preguntarse: ¿por qué resulta incomprendida una labor tan encomiable, tan patriótica, tan republicana, de parte de esta pléyade de servidores públicos? ¡Qué ingrata es la vida, qué injusta la comunidad!”.
En su ironía, este comentario daba cuenta de la negativa percepción que la opinión pública tiene de los parlamentarios. Porque en eso, sin duda, la gran mayoría estima que la labor legislativa en nuestro país dista mucho de ser ejemplar.
El gobierno lo tiene claro y por eso, ni tonto ni perezoso, siguiendo su política de hacerle caso a las encuestas, ha insistido en reducir el número de congresistas, acabar con sus fueros y ajustar sus remuneraciones. Para nadie son un misterio los millonarios sueldos que reciben senadores y diputados, pero poco se sabe de los miles de millones que les cuesta a todos los ciudadanos mantener un congreso con altos niveles tecnológicos, una plantilla de funcionarios gigantesca e incontables beneficios que nadie controla, y que sin embargo termina exhibiendo una marcada ineficiencia y una tremenda desprolijidad a la hora de legislar.
Por más que la cuenta pública de los presidentes de ambas cámaras haya dicho lo contrario y mostrado un mundo de ensueños, existe total concordancia en que los parlamentarios –en general- están desconectados de la realidad y alejados de los problemas reales del ciudadano común. Amén de la dudosa idoneidad de muchos de ellos, reflejada en leyes que deben ser modificadas o aclaradas al día siguiente de su promulgación.

Los parlamentarios eluden el debate de fondo, y hasta quizá se mofan, cuando justifican el número de senadores y diputados argumentando que “ello no tiene precio porque refleja la rica diversidad humana y política de nuestra sociedad” (diputado Iván Flores), o cuando excusan su inoperancia y la calidad de las leyes alegando “todos sabemos que no es fácil gobernar” (senador Jaime Quintana).
Se preguntaba a viva voz un desencantado contertulio: “¿Cómo va ser tan difícil que las autoridades políticas asuman, de una vez por todas, que la prioridad de la gente son los temas relacionados con la salud, la educación, el orden y la seguridad, el empleo, el crecimiento, y que los temas asociados a la ley del cobre, a la reducción de la jornada laboral y otros por el estilo, caen en un segundo plano?”
Pocos habían escuchado la cuenta pública en cuestión, pero todos estaban contestes en que había que perseverar: se le debe poner coto a las prebendas de los parlamentarios, hay que limitar sus reelecciones, acabar con sus fueros… y dedicar esos recursos a temas sociales (Compin, Sename, Fonasa, etcétera), porque como alguien dijo: “no hay más cura para los caradura… que ponerle cerradura a la frescura”.

¿FF.AA. combatiendo al narcotráfico?

Por Roberto Hernández Maturana

En Enero de 2017, el diario “el País” de México dio a conocer una carta de 20 militares presos acusados de excesos en el combate al narcotráfico

“Fuimos usados por el Estado mexicano. Se nos capacitó para una función y se nos ordenó hacer otra muy diferente (…) El señor Felipe Calderón, excomandante supremo de las Fuerzas Armadas, declaró la guerra al narcotráfico y fue un término muy desafortunado”. Así protestaban entonces los militares, ante el presidente de la República, la Cámara de Diputados y el Poder Judicial de la Federación. Todos estaban procesados o condenados por delitos cometidos durante los años duros de la Guerra contra el Narco, en el sexenio del ex presidente Calderón. Algunos cumpliendo penas de hasta 31 años.

Tras la llegada de Calderón al poder en diciembre de 2006, los militares por orden del gobierno, salieron de sus cuarteles y asumieron el papel de la policía en varios estados del país, en lo que se entendía como una situación extraordinaria…

En todo este tiempo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México denunció en torturas, abusos y asesinatos cometidos por militares. La presión se sintió al interior del Ejército, hasta el punto de que el secretario de la Defensa, el general Salvador Cienfuegos, había declarado el 9 de diciembre de 2016 que el Ejército no se siente a gusto persiguiendo delincuentes. “Nuestros soldados”, dijo, “ya le están pensando si le entran a seguir enfrentando a estos grupos, con el riesgo de ser procesados por un delito que tenga que ver con derechos humanos”. Cienfuegos pedía un “marco jurídico” para el actuar de la tropa, una ley que regulara su presencia en las calles.

La discusión versaba no tanto sobre la capacitación de los militares sino más bien sobre el marco jurídico, la necesidad de dar “seguridad” al Ejército cuando actuara en funciones policiales.

Para los críticos de Calderón y su Partido de Acción Nacioanal  (PAN) , fue su gobierno el verdadero responsable :  “quien los sacó a las calles sin preparación, quien los instruyó a hacer algo que produjo muertes colaterales”.

En su carta a los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, los militares mexicanos condenados decían: “Fuimos usados por el Estado mexicano en un fallido experimento donde resultó una cantidad enorme de víctimas colaterales y decenas de militares de poca graduación en prisión”.

Casi al final de la carta, los 20 militares concluyen: “¿Qué opina el Secretario de la Defensa Nacional? [Que] ‘Estamos haciendo una función para la que no estamos preparados’, [que] ‘ninguno de nosotros vino a las FFAA para hacer esto’. Si esto opina el titular de las Fuerzas Armadas, ¿dónde quedamos nosotros?”.

Traigo a colación esta carta a propósito de la firma por parte del Presidente Sebastián Piñera, el pasado 9 de julio, de un decreto que autoriza la participación de las FF.AA. en tareas de vigilancia, apoyo logístico, transporte y tecnología en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado en las fronteras del país, cosa que hasta el día de hoy estaba limitado a Carabineros y la Policía de Investigaciones. La firma de este decreto ha generado una amplia discusión entre partidarios y críticos de la medida.

Si bien es cierto que la lucha contra el narcotráfico es uno de los principales desafíos en materia de seguridad que deben enfrentar los gobiernos, que se enfrentan al riesgo de que ese tipo de estructuras criminales se extiendan con los males asociados que arrastran: corrupción y violencia en distintos ámbitos y niveles al interior de la sociedad, y que el debate sobre cómo hacerle frente ha sido intenso, no se ha establecido un consenso sobre cómo lograr el objetivo. Por su parte el ministro de Defensa ha dicho que la medida solo se aplicará “en zonas fronterizas, y no en poblaciones”. ¿Quién asegura que en un par de meses más no sea precisamente ese el paso siguiente? Si, como ha dicho el Presidente, se trata de una guerra “sin tregua y sin cuartel”, ¿por qué no llevarlaa todos los ámbitos? Solo en mayo recién pasado, el Presidente Piñera fue explícito en reconocer que las Fuerzas Armadas “no están preparadas ni entrenadas para este tipo de materias”… y tenía razón. En la misma línea, su ministro del Interior aseguró en junio que “son las policías las que tienen las competencias, la preparación y el trabajo profesional para combatir el narcotráfico”. ¿Qué explica este cambio de parecer?

Existe no sólo un conflicto en materia de los objetivos definidos en la Constitución para cada institución involucrada, sino también serios riesgos para las mismas FF.AA. y para la sociedad involucra a las FF.AA. en materias que no les corresponden institucionalmente.

Las FF.AA. por la naturaleza de sus funciones distintas a las policiales, carecen de la capacitación para enfrentar procesos resguardados por garantías procesales y constitucionales. La detención y procesamiento de personas, la entrega de evidencia al Ministerio Público son procedimientos que no conocen los integrantes de las FF.AA., no tienen contacto con una investigación policial, no conocen los estándares establecidos ni los derechos de los detenidos, y esta formación no se entrega en una inducción de un par de horas, sino que son elementos que están en la base de la formación en las academias policiales.

A las FF.AA. se le está traspasando cierto nivel de responsabilidades que hasta ahora ha tenido Carabineros; eso significa cambiar de manera radical la forma como pensamos la labor de las policías, y también modificar el objetivo de las FF.AA. en el sentido de la protección de la soberanía.

No hay funciones específicas para las FF.AA. que puedan relacionarse con estas funciones, y en el decreto no queda claro tampoco cómo se coordinarán con la PDI, Carabineros y el Ministerio Público. ¿Cómo se resguardarán los principios y garantías de las personas que entrarán en contacto con el personal militar?, ¿quién responderá por la seguridad de los mismos medios militares en caso de emplearse coercitivamente contra narcotraficantes que se resistan violentamente a un control y que posteriormente sean perseguidos por organizaciones preocupadas de los derechos humanos de los delincuentes, por sobre la de las obligaciones que el estado le impone a las FF.AA. en esa delgada línea crítica, cuando un comandante deba resolver en la soledad del altiplano rechazar con fuerza letal una ataque también letal?

El decreto en comento presenta evidentes problemas de constitucionalidad: A las FF.AA. se les confía la “defensa de la patria y seguridad nacional”, mientras que a las policías se reserva el resguardo del “orden público y la seguridad pública interior”. El llamado “combate al narcotráfico” —un eslogan, no un concepto técnico— no está dentro de las funciones que la Constitución y la ley orgánica de las Fuerzas Armadas no contempla este tipo de misiones, y no se puede borrar esta diferenciación constitucional por vía de un reglamento.

Siempre es posible que una parte de la población demande medidas de este tipo y mañana pueden pedir “mano dura”… incluso “muy dura”; pero el Estado tiene que velar por el cumplimiento del bien común y resguardar un debido proceso, para eso justamente hemos elegido nuestros gobernantes: para que protejan los valores fundamentales, caer en estos populismos penales porque la población hipotéticamente lo ha solicitado es abrir la puerta a situaciones de las que en el futuro solo responderán los integrantes FF.AA. , normalmente los subalternos que se emplearán en estas misiones y no lo políticos que las han improvisado, quienes una vez mas  lavarán sus manos como Pilatos y condenarán unánimemente los «excesos cometidos»

Resguardar las fronteras, prevenir y controlar el narcotráfico son tareas fundamentales para este y cualquier gobierno. Es su obligación tomar medidas efectivas para ello; pero ellas deben sujetarse a la Constitución y las leyes. Es de esperar que antes de adoptarse cualquier decisión populista, se deje claramente establecida las facultades y obligaciones que deberían cumplir las instituciones armadas, previa una amplia discusión en el congreso, y el Estado, a través de sus autoridades, se haga efectivamente responsable de sus resoluciones que sin duda afectarán en el futuro a sus ciudadanos e instituciones.

Hipotética Paradoja

Por Patricio Quilhot Palma

Con estupor, hemos leído en el Diario Oficial de la República del reciente 6 de Julio el Decreto N° 32, suscrito por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en el cual se declara Monumento Nacional una serie de instalaciones y sectores del antiguo Complejo Maderero de Panguipulli, incluyendo al “Campamento Guerrillero N° 83”, calificándolo como “el único vestigio material, públicamente conocido del Destacamento Guerrillero Toqui Lautaro, implementado por el MIR como parte de la Operación Retorno, en su intento por asentar espacios de resistencia armada que posibilitasen la formación e insurgencia armada”.

Esta desvergonzada apología desmitifica el negacionismo de la izquierda política, al reconocerse formalmente la existencia de criminales acciones armadas, financiadas, planeadas, organizadas, equipadas y dirigidas desde una potencia exterior, en contra del orden establecido en nuestra patria. El Consejo de Monumentos Nacionales, consecuente con su ideologizado desempeño, ha conseguido la firma del gobierno del señor Sebastián Piñera Echeñique, para promulgar una exaltación a un grupo guerrillero, que proveniente de Cuba, se infiltró en Chile en los años 1980 y 1981, para llevar a cabo sabotajes, atentados y otros actos criminales.

No debe sorprender la indigna cesión a las presiones de la izquierda anarquista o ꟷmás bienꟷ la complicidad con aquellas, de parte del actual gobierno de Chile, caracterizado éste por sucesivas y reiteradas torpezas, casi siempre originadas en caprichos inexplicables, en la irreflexión y en el oportunismo populista, donde el “parecer” siempre domina al “ser”.

Se trate de una cesión o de la búsqueda del aplauso de sus adversarios, lo concreto es que el gobierno avala formalmente hoy la existencia de organizaciones armadas, aun cuando ellas provengan de una potencia extranjera o de una ideología de alcances internacionales.

Este impropio gesto ratifica la carencia de análisis prospectivo de las medidas que adopta el gobierno, al no medir las consecuencias que pueden derivar de su decisión. En este caso, junto con estimular el desarrollo de las organizaciones terrorista-subversivas ꟷcomo las que operan hace años en la Araucaníaꟷ, el reconocimiento homérico a un grupo de asesinos entrenados y equipados para atacar al Estado de Chile, desmitifica la mentira que rodea a la actuación de la FF.AA. y de Seguridad, en la defensa constitucional del territorio chileno amenazado por grupos de origen extranjero.

Algo tan evidente como ello, es arteramente soslayado por la mal llamada justicia de los DD.HH., la cual procesa y condena a cientos de militares y policías chilenos por haber luchado en contra de organizaciones terrorista-subversivas, tales como el “Destacamento Toqui Lautaro” que hoy es elevado a los altares del heroísmo patrio por el gobierno del señor Sebastián Piñera, dando la peor señal posible para la tranquilidad futura de nuestro país. La empresa MIR ꟷcomo tuviera la gentileza de reconocerla la Contraloría General de la Repúblicaꟷ puede ahora exigir indemnizaciones por el “emprendimiento” fracasado en su “Campamento Guerrillero 83”, mientras los integrantes de la Compañía de Comandos N°8 son encarcelados por cuanto “ …detentaban el brazo armado operativo del ejército a cargo de la neutralización de la guerrilla…”, tal como reza textualmente el fallo emitido en Mayo de 2016 por la Corte de Apelaciones de Valdivia.

Sinceramente, no hay forma de comprender el silencio cómplice de la derecha política, cada vez más merecedora del apelativo despectivo de “derechita cobarde”, por permitir los desvaríos populistas de quien lidera su gobierno y no atreverse a enfrentar con coraje y decisión al verdadero enemigo de la institucionalidad: la izquierda fracasada que sigue sembrando la discordia y promoviendo la venganza. La actuación de esta clase de derecha, inconsciente del futuro al que la conducen sus adversarios recuerda ꟷpor desgraciaꟷ la cabeza gacha de un vacuno que, mirando tristemente hacia el suelo, camina rumbo al matadero.

El sistema de justicia chileno, por su parte, sigue seducido o subyugado por la agresiva amenaza proveniente de una izquierda que trata de sobrevivir mediante una ofensiva suicida. Los buenos jueces siguen sin reaccionar, permitiendo que se siga sembrando la imagen de un Poder Judicial sometido por las fuerzas ideológicas y por una creciente corrupción. Los tiempos cambian inexorablemente y por más que los interesados lo resistan, el cambio arribará tarde o temprano. Las consecuencias para quienes han desaplicado la Ley serán ꟷcon seguridadꟷ mucho peores que las que se puedan derivar de contener hoy la reacción amenazante de grupúsculos de extrema izquierda.

Después del decreto emitido por el gobierno del señor Piñera, suscrito en su nombre por la Ministra Consuelo Valdés Chadwick, no cabe aceptar argumentos estúpidos como que “no existía un estado de legalidad” al momento de combatir para desarticular el intento de iniciar una guerra de guerrillas en el Sur de Chile. Por ello es inaceptable que se siga encarcelando a oficiales, suboficiales y soldados por haber usado sus armas para enfrentar a esta lacra de asesinos, enviados por el régimen castrista a matar a chilenos y a arrasar con sus campos y ciudades. El mismo argumento podría ser esgrimido en unos años, cuando una patrulla militar de muerte a algún grupo de narcotraficantes, en un control de frontera, tan livianamente asignado a sus misiones por este mismo gobierno.

Hace ya mucho tiempo que la gente de la Araucanía pide a gritos que algo como la aniquilación del Destacamento N° 83 suceda en su territorio, mientras los sucesivos gobiernos miran convenientemente hacia el lado y dejan fluir los acontecimientos. Siendo absolutamente necesario que se exija al gobernante cumplir su obligación con la seguridad del Estado, a la luz de torpezas como la de este decreto y los inauditos pasos de la justicia en contra de los militares, cuesta creer que algún oficial o suboficial vaya a cumplir la orden de combatir a un guerrillero que años después va a ser proclamado como héroe, mientras él va a la cárcel. La paradoja es que ꟷpor el contrarioꟷ puede parecerle más rentable crear su propia guerrilla, esperando indemnizaciones, pensiones y homenajes.

Mala Espina….

Por Cristián Labbé Galilea

Esta semana nuestra tertulia se centró en el anuncio presidencial que involucraba a las Fuerzas Armadas en el combate al narcotráfico.

Mayoritariamente, las opiniones apuntaron: en primer lugar, a que no se veía muy claro cómo operaría esta medida y, en segundo lugar, a la duda de si se habían evaluado bien los riesgos que esta disposición podría acarrear. Como alguien dijo: “no les vaya a salir más malo el remedio que la enfermedad”.

Los comentarios apuntaron a las múltiples aclaraciones que, sobre la materia, han tenido que dar las autoridades, y a las disimiles reacciones de los diferentes sectores políticos. El “gatuperio” que generó la iniciativa fue tremendo, lo que permite suponer que surgió entre cuatro paredes, y que hay muchas cosas que no están suficientemente claras. Según se comenta, la medida fue “prematuramente gatillada” por los resultados en las encuestas de aceptación presidencial. (Vaya uno a saber….).

Al respecto, las opiniones coincidieron en que una decisión de esta naturaleza, que involucra áreas tan sensibles como la seguridad nacional y tan peligrosas como el narcotráfico, no se puede improvisar; que es necesario el desarrollo de planes estratégicos de largo y corto plazo; que hay que afinar temas logísticos, tecnológicos, de comunicación… (suma y sigue); pero además y, de forma prioritaria, es imprescindible revisar las experiencias que se han vivido en otros países (México, Colombia, Venezuela, la experiencia Europea), etcétera.

No es llegar y decretar, en un simple acto comunicacional, que las FF.AA. “apoyarán el combate al narcotráfico”. Una misión de esa naturaleza requiere entrenamiento, preparación, coordinación inter e intra instituciones; ni qué decir de los problemas que se pueden generar producto de una eventual superposición de funciones con las fuerzas policiales, e incluso con el poder judicial.

Uno de los presentes que había estudiado el tema señaló: “hay estudios que indican que, si bien estas misiones parten como algo provisorio, de carácter restringido y colaborativo, con el tiempo generan un nivel de involucramiento del cual resulta casi imposible desprenderse”. Luego de otras referencias acotó: “Es muy probable que gradualmente se vaya debilitando el Poder Nacional, en su componente militar, al dedicarlo a labores que no le son propias y que además son de naturaleza doméstica”.

No faltó quien consideró que la “militarización del combate al narcotráfico” expondría a las FF.AA. a múltiples acusaciones de parte de activistas y organizaciones de derechos humanos, lo que a la larga terminaría por afectar su relación con la comunidad civil. Otro de los presentes, con más agudeza, advirtió que si a eso se le sumaba la conducta garantista de la justicia actual, el delincuente -como suele ocurrir- quedará en la impunidad y los soldados complicados.

En resumen, son muchas las dudas que esta iniciativa genera en el ambiente, pero como la idea no es oponerse por oponerse, ni mucho menos, que la autoridad se quede con los brazos cruzados, lo que hasta aquí se ha dicho permite concluir que….  ¡esta iniciativa da mala Espina!, porque el tema es demasiado complejo y no se soluciona con un mero decreto dictado “entre gallos y medianoche».

Municipios y controles de menores

Editorial La tercera 2 de Julio de 2019

Ocho municipios de distintas zonas del país llevaron a cabo una consulta plebiscitaria no vinculante para efectos de pronunciarse sobre una restricción de circulación en horario nocturno a menores de edad -de hasta 16 años- sin compañía de adultos, cuyo resultado arrojó que una amplia mayoría estuvo por aplicar este tipo de medidas.

Los alcaldes que promovieron esta consulta se han mostrado en general satisfechos, pues en conjunto votaron unas 120 mil personas, subrayando que es la votación electrónica más grande realizada hasta ahora en Chile. Lo cierto es que dicho número representa apenas una fracción muy menor de todo el padrón habilitado para sufragar, lo que es un claro indicativo de que en general se movilizaron aquellos que tenían interés en aprobar estas restricciones, y de allí que el resultado no pueda llamar a mayor sorpresa. Así, la opción triunfante es un dato que en sí mismo tiene escaso valor, pero que sin embargo servirá de base para dictar ordenanzas discutibles en su propósito y de dudosa representatividad, lo que hace previsible que su efecto práctico no será mayormente relevante. Cabe lamentar nuevamente que se hayan gastado tiempo y recursos municipales en una iniciativa que no apunta a hacerse cargo de los problemas de fondo.

Es un error que las familias busquen delegar en el Estado tareas que les son inherentes, como es la formación de sus hijos en hábitos responsables así como controlar los horarios en que podrán circular de noche y las amistades con que se juntan. Asumir que los municipios podrán ejercer esa labor disciplinar es caer en una suerte de paternalismo y de paso validar que el Estado pueda tomarse más atribuciones en el control de las libertades personales. Tampoco parecen estar bien resueltas las objeciones constitucionales que algunas voces han hecho ver, en cuanto a que por actos administrativos como las ordenanzas se pueda ir más allá de lo que establece la ley, la cual no contempla que los menores de edad puedan ver restringida su circulación.

Antes de seguir insistiendo en este tipo de medidas efectistas, los municipios deben abocarse a utilizar las normas que ya existen para resolver los problemas de orden público que imperan en sus territorios, que son en definitiva las razones que probablemente están detrás de la mayor ansiedad en algunos por imponer más restricciones.  El desenfrenado consumo de alcohol y su venta sin mayor control a menores de edad es un problema largamente diagnosticado, y que suele ser motivo de constantes desórdenes e inseguridad en parques y plazas, particularmente por la presencia de pandillas juveniles. Asimismo, no debería permitirse a ningún menor circular por la vía pública en estado de ebriedad, y es razonable que el expendio de alcohol tenga horarios más estrictos. El consumo de estupefacientes es también una materia de creciente preocupación, donde los municipios pueden hacer importantes contribuciones en programas de prevención o actividades para ocupar el tiempo libre.

Emergencia climática: El agua como piedra angular de sobrevivencia en la R. M.

Por Paola Chávez Madrid presidenta de la comisión de medioambiente del Gobierno Regional Metropolitano (GORE)

El mundo está colapsando en muchos ámbitos hace décadas, así como se ha “sobregirado” en el uso de sus recursos naturales, con más fuerza y celeridad en los últimos años. Chile no está ajeno a esta realidad global. Los fenómenos que constituyen el calentamiento global y el cambio climático han sido reconocidos en el mundo científico, así como en el político, con contadas excepciones de parte de líderes neofascistas de derecha, como en Brasil y EE.UU.

Ante eso, distintos Estados han declarado recientemente la Emergencia Climática para contener este proceso y proyectar un futuro que permita habitar la tierra más allá del año 2050. Pero, ¿qué es lo que sustenta este tipo de aseveraciones y medidas que se están tomando por diversos actores sociales y políticos a nivel mundial?

El economista, ambientalista y excandidato presidencial chileno, Manfred Max-Neef, ya en el año 1986 nos advertía sobre el desarrollo a escala humana y antecedentes del advenimiento de una crisis ecológica. Es por ello, que el transcurso de las últimas décadas y del sostenido avance del modelo económico y productivo, ha traído de la mano la multiplicación de proyectos de inversión de carácter extractivo de nuestros recursos naturales y bienes comunes, y en consecuencia, la explosión de conflictos territoriales y socioambientales emparejados en centenares de comunidades y territorios generalmente desprotegidos y aislados geográficamente.

Es así como en la Región Metropolitana el principal elemento amenazado es el agua, y por ende, su abastecimiento básico hacia millones de habitantes en el Gran Santiago. Y no es coincidencia que zonas y comunas rurales y periféricas sean las principalmente afectadas por estos fenómenos y conflictos. Es el caso de Paine y localidades como Hornos y Rungue, azotados por la escasez hídrica que ha producido el cambio climático. No obstante, no es el principal factor en lo que ha sido la desaparición del agua en la Laguna de Aculeo, sino que lo es la extracción y desvío ilegal de cursos de agua y de la misma laguna por parte de inescrupulosos agricultores y actores privados de la zona. 

Otro grave caso y que pone en riesgo el agua potable del 80% de la RM es el (PHAM), el que se construye desde fines de la década pasada y que vía contrato con Aguas Andinas no va garantizar el abastecimiento de aguas cristalinas ante episodios de turbiedad del río Maipo, derivados de precipitaciones inusuales asociadas al cambio climático, o de accidentes o desperfectos en sus sistema de distribución. Ya que va enturbiar aguas limpias captadas en distintas cuencas del Cajón del Maipo, al pasarlas por dos centrales hidroeléctricas de pasada a través de un sistema de tuberías de 70 kilómetros de extensión.

 El tardío actuar de nuestras autoridades, de todos los ámbitos, ante una evidente realidad como esta Emergencia Climática, nos llama a seguir presionando por cambios en el sentido correcto, pero también a autodesafiarnos como alternativa de cambio y dar respuesta tanto desde los gobiernos locales como en la gobernabilidad estructural y nacional que significa el ser una opción confiable para dirigir un país, atiborrado de injusticias ambientales y conflictos socioambientales.

El temor de un soldado

Por Christian Slater Escanilla.

El viernes 5 de julio, en un diario capitalino, leí las declaraciones de la Diputada comunista Carmen Hertz Cádiz, en relación al “Informe Bachelet” sobre la violación de los Derechos Humanos en Venezuela. No solo de ella, sino también de otros integrantes de su partido político. Sentí miedo por el silencio de Guillermo Teillier quien, entre otros, sabe muy bien lo que es planificar un asesinato. Una canallada que, en mis 40 años servicio a Chile, no está en mis memorias, ni fue parte de mi historia militar. Sí, fui al funeral de varios de mis camaradas asesinados en acciones terroristas, planificadas por muchos de los que hoy guardan silencio. Incluidos, sus cómplices pasivos.

Durante mi carrera militar viví varias situaciones de riesgo, pero nunca sentí tanto horror y tanto miedo al leer, cómo Carmen Hertz justificaba el asesinado de siete mil venezolanos en poco más de dos años. Según ella, todo es culpa de Estados Unidos y Europa. Una reacción obvia del Gobierno de Maduro, que ella justifica como “deriva autoritaria”, cuyo efecto es la tortura, la violencia sexual, el desaparecimiento forzado y el asesinato de los opositores al régimen bolivariano. Le aclaro a Carmen Hertz, que la “deriva autoritaria”, se refiere a la corrupción incontrolable de los dirigentes, la desigualdad creciente entre los ciudadanos y la erosión de la seguridad y el orden. Situaciones que no las provocó Estados Unidos y menos Europa, sino el régimen chavista de Venezuela, apoyado por Cuba, para socavar la democracia y justificar su revolución.

Sentí miedo, porque hoy no soy el joven subteniente dispuesto a dar la vida por mi patria, tal como lo hice en el año 1978, junto a mis soldados, en una trinchera en Lonquimay. Miedo, porque esa señora Hertz es una Diputada y una autoridad del poder legislativo que, con sus declaraciones, defiende el horror y el crimen de Venezuela. Miedo, por todo el mal que ella y sus amigos del Partido Comunista —acostumbrados a los “ajusticiamientos”— le podrían hacer a mi familia y a Chile entero, para acallar a los patriotas que no piensan como ellos.

Sentí un tremendo horror, al imaginarme al Partido Comunista, gobernado Chile, con unas Fuerzas Armadas arrodilladas y sometidas —sumisamente— al poder político, aún fieles a un nefasto juramento inventado por los políticos, apegadas a la Constitución y con la histórica y amarga experiencia de sus camaradas en prisión, por haber acudido al rescate de la democracia. Unas Fuerzas Armadas que nunca más debieran cometer el mismo error. Por lo mismo, obligadas esta vez, a constituirse en el organismo represor y sostenedor de un Gobierno Comunista. Tal como ocurre hoy en Venezuela. Total —a la larga— la supuesta derecha, siempre le perdona todo a la izquierda.

¿Honor Militar?

Por Richard Kouyoumdjian Inglis

En los tiempos de las órdenes de caballería los militares incorporaron en su cultura y forma de ser la práctica de las virtudes cardinales, y de conductas que refuerzan su disciplina, valor, entrega y unidad. Lo anterior está perfecto y es deseable considerando las características y exigencias de la profesión militar que incluye entre otras cosas dar la vida en combate en defensa de los intereses de su patria. El ser militar exige una entrega que otras profesiones no tienen y es por ello que se les prepara de otra manera.

Esa preparación pasa por llevarlos de ser un civil a un combatiente, que en su extremo estará facultado para matar o bien se le puede exigir morir peleando contra el enemigo. Ambas conductas no son las típicas para las cuales un ser humano se prepara y, por ende, se transforma y equipa física y mentalmente a los ciudadanos para esa función, incluyendo en su formación las cualidades éticas y morales que son necesarias para matar al enemigo o morir por su patria. De lo contrario y si es que no quiero hacer lo anterior, salgo a contratar tropas mercenarias como fue la práctica de muchas naciones europeas antes de la transformación que introdujo Napoleón cuando creó el concepto de la nación en armas, o me coloco al alero de un país que me de protección si es que no quiero enfrentar la realidad de tener que hacerme cargo de la defensa y la protección de la soberanía, territorio e intereses nacionales.

En todo caso ya existían referentes en la historia de la humanidad que los países usaron para modelar a los soldados de sus ejércitos y las tripulaciones de sus marinas. No sólo estaban los caballeros de las cruzadas de la edad media, sino también héroes griegos que alimentaban nuestra cultura occidental con modelos a seguir. La Ilíada y la Odisea nos proveen ejemplos como los de Ulises, Aquiles y Hércules, los que eran fantásticos ejemplos de las conductas marciales, pero débiles en muchos aspectos de lo humano.

Desde que tenemos nuestro Ejército y la Marina, y después la Fuerza Aérea, fuimos modelando a soldados, tripulantes y aviadores con las conductas y ética necesarias para sus funciones, y también usamos los ejemplos de aquellos que se destacaron en combate o dieron su vida por Chile para darle más fuerza a la labor formativa – transformacional. Los ejemplos de O’Higgins, Carrera, Bueras, Blanco, Cochrane, Prat y Aldea fueron claves para darle forma al ejército siempre vencedor jamás vencido, o a la Marina del vencer o morir. La FACH, que nace del Ejército y la Armada toma lo que ellas le entregan en términos de cultura y tradiciones, y agrega el ejemplo y la impronta del Comodoro Merino Benitez que aún los guía 90 años después.

El ejemplo heroico de los 77 de la Concepción se transformó en el juramento de la bandera que todos los chilenos que pasan a ser parte de las fuerzas armadas realizan y en donde juran dar la vida por la patria si fuese necesario, pero en donde además se promete ser un soldado honrado, valiente y amante de la patria. Porque les exigimos a los integrantes de las fuerzas armadas en su juramento prometer ser honradas es algo que desconozco, pero suena a que les incorporamos y exigimos otras virtudes aparte de las propias necesarias para la guerra, y eso abre la pregunta de que, si los problemas recientemente informados son relativos a un incumplimiento del honor militar, o simples faltas de probidad y de cumplimiento de normas legales y administrativas. Yo me inclino por lo segundo.

Las posibles faltas administrativas y legales que se han hecho públicas respecto del Ejército no tienen nada que ver con el honor militar. Serian faltas de otro orden y que impactan la confianza que la opinión pública pueda tener respecto de la probidad de administraciones pasadas, pero no hay nada que me pueda indicar que esté afectado el honor militar o por otro lado la capacidad del Ejercito de defender la soberanía e intereses de Chile.

Los hechos develados recientemente y que deben ser probados, se asemejan más a problemas que hemos conocido en otras empresas públicas y privadas que no han sido capaces de estar a la altura de las exigencias actuales que unos y otros, privados y públicos debemos cumplir en términos de reglamentos y leyes. Los tiempos cambiaron y con ellos los niveles de exigencia que el pueblo de Chile demanda de todas sus instituciones, sean estas, militares o civiles.

En resumen, necesitamos fuerzas armadas eficientes y efectivas en lo militar, sumamente respetuosas de los derechos humanos por tener el monopolio de la fuerza, y correctas e impecables en la ejecución de las leyes y reglamentos administrativos que les afectan, lo que no difiere de la exigencia que debemos pedir al resto de los organismos públicos y privados en el desarrollo de sus tareas. Conociendo al Ejército, estoy seguro de que están golpeados, pero son muy resilientes y que bajo el liderazgo del GDE Ricardo Martínez sabrán salir adelante con una institución mejor de la que conocemos, querida y conectada con su pueblo, siempre vencedora, jamás vencida

Control a migración venezolana

Editorial diario La Tercera, 7 de Julio 2019

Los cientos de inmigrantes venezolanos que sorpresivamente terminaron apostados en pasos fronterizos chilenos generó una situación de especial complejidad, que obligó al gobierno a adoptar una serie de medidas a fin de regular su ingreso, para cuyos efectos se dispuso contar con visa consular de turismo, facilitando su tramitación en distintos consulados chilenos.

La medida despertó fuertes cuestionamientos hacia el gobierno, por estimar que la actitud de restringir el ingreso no se condice con las facilidades que en su momento el país ofreció a los venezolanos que se veían obligados a huir ante la grave crisis humanitaria y económica que ha provocado el régimen dictatorial de Nicolás Maduro. La política seguida por Chile en esta materia ha sido generosa, pues se creó una visa especial para venezolanos (o de responsabilidad democrática, de las que se han entregado 37 mil a la fecha), y en general hubo amplias facilidades para ingresar a nuestro país. Es así como la colonia de venezolanos es ya la más numerosa de todas las que aquí viven -con más de 280 mil residentes-, cuyo aporte ha sido ampliamente reconocido.

Sin embargo, ante la constatación de que el régimen de Maduro será difícil de remover, es previsible que los flujos de migrantes venezolanos seguirán aumentando -ya se han desplazado más de cuatro millones-, lo que es un problema que debe ser abordado por la región como un todo, ya que desborda las capacidades de un país en particular. La llegada masiva de venezolanos a los puestos fronterizos chilenos se produjo en buena medida porque otros países también fueron colocando restricciones, generando así un efecto cascada. Es el momento de que organismos regionales como Prosur -recientemente creado para reemplazar a la fracasada Unasur-, la OEA y también la Alianza del Pacífico, aborden este desafío en forma sistémica, y entreguen directrices comunes, eventualmente disponiendo también de fondos de emergencia para enfrentar aquellas situaciones humanitarias más críticas.

Los países de la región no deben ser culpados por una crisis en la cual no tienen responsabilidad alguna, y en cambio cabe subrayar que ésta ha sido provocada por el régimen chavista, el cual sigue siendo apoyado por sectores recalcitrantes. Es en ese orden de cosas que las naciones tienen derecho a establecer aquellas regulaciones migratorias que sean consistentes con sus objetivos de seguridad interna o sustentabilidad económica, porque de lo contrario se pueden producir situaciones que pueden resultar aún más perjudiciales o injustas para los propios inmigrantes, como hacinamientos o caer en redes de explotación laboral.

La actuación de Chile en este reciente episodio se ha ajustado a su propio marco normativo y a las convenciones internacionales, pero a la luz del incierto cuadro es necesario que se establezcan criterios más claros a fin de no generar expectativas que luego se defrauden. En paralelo, el país puede avanzar en fórmulas que faciliten la integración y generen efectos virtuosos. Así, por ejemplo, los anquilosados procedimientos para validar títulos profesionales deben modernizarse, y también se podría explorar la creación de visas especiales para actividades en las cuales se necesiten determinadas especialidades o competencias.

Creando otro Frankenstein

Por Cristián Labbé Galilea

Al abrupto “aterrizaje” que tuvimos después del eclipse perdiendo la clasificación para la final de la copa América, se suma esa infernal secuencia de sucesos político-jurídicos que inunda la contingencia nacional y de la cual parece que no será fácil salir.

Teniendo todo para que la situación del país tienda a progresar, los números, las encuestas, la opinión pública, nos  están advirtiendo que la tendencia es la contraria; económicamente estamos estancados, políticamente hay pesimismo y, socialmente,…ni que decir.

Si a eso añadimos el espectáculo que da toda una gama de autoridades agitando demagógicamente las banderas de la “transparencia” y la “probidad”, llegamos a la causa primera de todo lo que nos está sucediendo: la falta de prudencia, criterio, tino, discreción y otra serie de virtudes que tienen que ver con la sensatez, la cordura, la serenidad, pero principalmente con la estatura moral, el sano juicio, la confianza en normas, instituciones y jerarquías.

Estamos condenando con demasiada facilidad e irresponsabilidad, aun antes de todo juicio, sin esperar sentencia, a sea quien sea, por una simple sospecha, presunción o prejuicio, práctica frecuente no solo del ciudadano común y corriente, sino, lo que es más grave, conducta reiterada de jueces, tribunales, medios de comunicación social, autoridades, y de cualquiera que pueda instrumentalizar alguna red.

No se tiene ninguna consideración por la paz cívica y social, por la estabilidad de las instituciones permanentes de la república y, con muy poca reflexión sobre la razón y la justicia verdadera, se cae en arrebatos justicieros, en ansias de linchamiento, en la histeria política y en la irresponsabilidad comunicacional.

No se puede ni se debe caer en la barbarie paranoica de lapidar a nadie sin permitirle ejercer su derecho a un debido proceso…

El genuino espíritu de justicia sabe que mucho peor es condenar a un inocente que liberar a un culpable.

No han reflexionado esos “vivos verdugos” si acaso la sensatez no les aconsejaba actuar con mayor cordura, al menos hasta el término del debido proceso; no han pensado esos “siempre listos, puros y castos” actores públicos (ministros, políticos, parlamentarios, MCS,  etc.) que en la vida hay cosas que corresponde que se hagan “con la puerta cerrada o al menos con las cortinas corridas” hasta cuando todo esté concluido.

Hacía estas reflexiones con un viejo y sabio “Ariki” rapanui (jefe tribal), con quien acostumbro compartir mis cavilaciones cuando estoy en el “Ombligo de Mundo”, y quien después de escucharme con esa cierta “nonchalance” (indiferencia) tan propia de su carácter polinésico, me dijo: “Debieran tener más cuidado, porque han echado a andar un monstruo que en cualquier momento se los come a ellos”.

Derecha… derecha, sumar y no restar


Por Roberto Hernández Marurana

El lunes 10 de junio José Antonio Kast llegó hasta el Servicio Electoral  para iniciar el proceso de inscripción del Partido Republicano, conglomerado que según sus principios, surge para defender la vida en sociedad y la familia; nueve días más tarde, el 19 de junio el Abogado Raúl Meza Rodríguez concurrió a las oficinas del Servicio Electoral para iniciar el proceso de inscripción del Partido Fuerza Nacional que dice reivindicar los valores y principios del Gobierno Militar.

A ellos, se anuncia la formación de otro partido, “Convergencia Nacional” que rescata valores nacionalistas y prontamente se agregará un partido de confesión evangélica, que aunque se manifiesta ajeno a la izquierda o derecha, estará valoricamente bien a la derecha.

Lo anterior ya se ha prestado para miradas hoscas de unos a otros, y algunas declaraciones confrontacionales de quienes lideran estas agrupaciones políticas, y que muchos chilenos decepcionados del accionar y falta de cumplimiento de los compromisos contraídos durante su campaña, por la derecha soft que gobierna hoy, y que miran con simpatía a la  aparición de partidos que se declaran de derecha sin ambages, se pregunten sin embargo «para dónde va la micro», estimando algunos  de que esta aparente división resta fuerza a ese sector político.

Humildemente me permito disentir de esta última afirmación

La experiencia parece indicar que en estos tiempos es difícil que todos sigan como un solo hombre a un solo partido o líder… hay muchos matices y énfasis distintos, y ello no debería ser necesariamente malo. Si no se pude alinear a todo un sector bajo una bandera, ¿porque no mejor sumar bajo principios semejantes en lugar de excluir?

Quienes en política pretendan actuar como un regimiento, parecen no  entender que al final en democracia, son los bloques y los acuerdos quienes obtienen el poder.

Los políticos lo saben bien… y lo aceptan, aunque no lo digan.

Creo que los adherentes de esta derecha, que simpatizan con alguno de estos partidos en formación y que añoran un único líder que convoque cual mesías a todo el sector se equivocan proclamando  unidad en todo y a todo evento, quizás  porque les incentiva una aspiración de orden y disciplina moral que proclaman los líderes de estos partidos pero así no es la política. Más aún debería ser  responsabilidad de los seguidores de estas corrientes no solo el apoyarlos y trabajar por su desarrollo, sino que también exigirles generosidad por sobre sus ambiciones, y empujar a sus dirigentes es para que se pongan de acuerdo. Nadie sobra y si no se pueden unir, al menos que todos caminen hacia una misma dirección.

Solos no llegarán a ningún lado.

La izquierda en este sentido parce conocer mucho mejor el libreto… tuvo su “Concertación”, después su “Nueva Mayoría” y últimamente su “Frente Amplio”… y no le ha ido mal en su aspiración de alcanzar el gobierno ¿por qué no la derecha?

Lo importante es que quienes aspiramos a un mejor gobierno para Chile estemos atentos al logro de nuestras aspiraciones, a no seguir cantos de sirena y a no dejarnos manipular…como ya ha ocurrido en el pasado.

Lagos, la mentira y el yoghurt

Por Cristián Labbé Galilea

Nuestra capacidad de asombro, que parecía agotada, en estos días se ha visto nuevamente superada… al comprobar una extraña paradoja: la izquierda, que ha buscado siempre aparecer como la adalid de la libertad, la democracia, la institucionalidad y la paz… aparece en los hechos, como: la gran aval de los regímenes totalitarios, la que promueve la intervención militar y la que siembra la violencia como vía para desafiar a la autoridad establecida… ¿No es eso una paradoja? ¡Obvio que sí!

Nos hemos ido acostumbrando a aceptar que quienes son ligeros para calificar de totalitarios, fascistas, ultras, intolerantes y otros epítetos similares, a todo aquel que no piensa como ellos, hoy aparecen visando democracias tan espurias como la de Venezuela o haciendo la “vista gorda” frente a la violencia y las violaciones a los derechos humanos.

Escépticos ante esta tesis algunos parroquianos, que siempre se refugian en la posición políticamente correcta, estimaron que lo dicho era una caricatura o, al menos, una exageración del sino de los tiempos…

Cambiaron su percepción los presentes al analizar la visita de la Alta Comisionada de la ONU (la señora Bachelet) a Venezuela y los efectos que ésta tendría. Argumentos más, argumentos menos, se coincidió en que su intrusión en ese país sólo lograría fortalecer a Maduro.

También fue materia de larga discusión el que la izquierda, que dice ser la legítima representante del pueblo y de la paz ciudadana, aparezca vinculada al narcotráfico, al fraude electoral, a la violencia en los colegios y al terrorismo en la Araucanía, sin que eso le afecte mayormente dada la apatía de la autoridad y la complacencia de los políticos.

Pero sin dudas lo que acaparó el máximo tiempo de nuestra conversación y lo que más impresionó a los contertulios fue el que el ex presidente Ricardo Lagos, en un arresto de sinceridad, señalara que los militares venezolanos debían actuar en contra del régimen de Maduro y en defensa de la Constitución.

Tal como se lee… y aunque usted no lo crea, quien ha posado de ser un crítico implacable de los militares y de lo sucedido en nuestro país el año 73, sin que nadie se lo pidiera, hoy aparece “motu proprio” pidiendo la intervención militar en Venezuela y de paso legitimando la acción de las fuerzas armadas chilenas.

Pareciera que el tiempo y las canas le han hecho ver al señor Lagos que los militares, en aquellos países donde se les respeta, son los naturales garantes de la libertad de una nación y del orden institucional, y en aquellos lugares donde se les corrompe y se les interviene, son la peor de las pesadillas.

Al final, de una larga jornada los parroquianos pudieron concluir que a través de una simple frase y de una curiosa paradoja se puede explicar lo vivido por nuestro país en los años 70 y siguientes, y tal como alguien irónicamente sugirió: la mentira y el engaño son como el yogur, tienen fecha de vencimiento.

Descrédito de los partidos tradicionales y nuevas esperanzas

Por Christian Slater Escanilla

Ya está más que claro que los Partidos Políticos están en total descrédito. Sean estos los tradicionales o los otros, esos tan difíciles de encasillar en una ideología política y que todos los días se cambian el nombre.

De la izquierda tradicional, ni hablar. Totalmente desarticulada y peleándose las migajas. La derecha, un desastre, bajo cuya tienda tras el vacío de poder y liderazgo cualquier cosa puede suceder.

En la otra vereda, 7 millones de habitantes, que no votaron, desencantados, desconfiados y aburridos de los partidos políticos. ¿La verdad?: ¡hastiados! No quieren saber nada de aquellos y menos, de sus corruptos procedimientos para alcanzar y mantenerse en el poder. Cúpulas políticas que, para el logro de sus intereses personales, nuevamente han secuestrado a la democracia, burlándose de sus escasos seguidores y simpatizantes.

Hoy, con un gobierno que ha exacerbado todos los conflictos sociales no convenciendo ni a la izquierda ni a la derecha, solo nos queda echar mano al último recurso nacional: los Patriotas. Aquellos que por sobre sus ideologías políticas y diversidad étnica estén dispuestos a hacer una tregua para salvar a Chile. Esos que aman su propia libertad y felicidad tanto como la de los demás chilenos.

Hombres y mujeres con un mismo sueño común. Una patria donde no se perjudique a nuestras familias y menos a nuestros hijos, aunque para ello debamos luchar contra el Gobierno de turno, los partidos políticos, el Congreso o las leyes. “Una facultad y soberanía que tiene el pueblo, cuando así lo juzgue conveniente”. (Aurora de Chile, del 22 de octubre de 1812). Hace más de 200 años, cuando aún no sabíamos de la existencia de los Partidos Políticos y su incompatibilidad con la democracia.

Anti liderazgo populista

Por Patricio Quilhot Palma

En estos días de desconcierto político, escuchamos a un prominente precandidato a La Moneda decir una de las frases más populistas que se haya oído: “gobernar no es tomar decisiones, es escuchar a la gente”…

Esta expresión desafortunada nos ratifica el desastre que afecta a la clase dirigente de nuestro Chile, en todos los sectores y tendencias. Quien emitió esta aseveración probablemente cree firmemente en ella, sin siquiera haberse detenido a pensar en su significado. ¿Qué suena bien? Sí, pero… ¿Qué eso sea lo que la democracia requiere y espera de sus autoridades? ¡Por supuesto que no!. Cuando la sociedad en su conjunto concurre a las urnas, no es para dialogar con un payaso que la escucha. Los ciudadanos vamos entregar nuestro voto a quien ꟷentre varios candidatosꟷ ofrece las mejores ideas de solución a los problemas que nos retardan o impiden el acceso a una vida mejor. Clave resulta para su selección, el grado de confianza que nos inspire, es decir la capacidad y voluntad que el candidato declare poseer para llevar adelante su propuesta. Eso es lo que en nuestro idioma significa la expresión “GOBERNAR”, tal como lo señala la Real Academia de la Lengua, al definirla como: “mandar con autoridad, guiar y dirigir, conducir, etc.” Si aplicamos el curioso significado dado por el precandidato, entenderíamos que el capitán de un barco debería preguntar a sus pasajeros o tripulantes hacia dónde dirigir la nave o cuándo atracar o fondear. Es justamente la antítesis de lo que se espera de un líder, elegido para dirigir los destinos de la sociedad hacia el mejor puerto y por la mejor ruta posible. Al intentar comprender a este curtido dirigente, solo cabe reflexionar acerca de la mediocridad que cruza nuestra dirigencia política, donde el ejercicio del populismo ha llegado a niveles inaceptables. Ello se ve reflejado ꟷentre otras áreasꟷ en el temor visceral de muchos a ejercer la autoridad que se les ha delegado, tal como se observa en la Araucanía y en cada manifestación subversiva e impune, con las que nos defraudan cada día. Pasamos de un gobierno populista de izquierda a otro de derecha y así sucesivamente, sin solución de continuidad. En cuanto a ejercer sus deberes, todos son iguales, no hay ni uno que tenga la fortaleza que deriva de la convicción de estar haciendo lo correcto, en cumplimiento a su deber constitucional. De allí la tremenda desilusión que muestran las encuestas. Este precandidato en cuestión, dedicado a administrar una riquísima comuna, tiene la oportunidad de robar cámara fácilmente, penetrando la mente de nuestros conciudadanos con ideas simplistas y banales, tan peligrosas como las de aquel comunista que crea universidades de papel, después que su partido se birlara hasta las ventanas de otra. El acceso al poder no puede estar limitado a una casta incapaz de comprender la altísima responsabilidad que implica el ejercerlo.

Para empezar, los candidatos deben entender que la posición de poder y la fuerza derivada de los votos que lo llevaron a ella, no sirven de nada si ellos mismos no cuentan con la voluntad necesaria para utilizar ambos recursos y generar los cambios que prometieron. La grata sensación de ocupar un sillón poderoso y de ser tomados en cuenta por las cámaras, no impide ni interfiere con la obligación contraída con sus electores. Por el contrario, es dicha obligación la razón de su poder temporal. Con una inmensa molestia, vemos que cada vez que un buen alcalde ꟷde esos que “gobiernan” sin confundirse con e l “diálogo”ꟷ hace su tarea, las voces de censura sobran en los medios, generando un escenario patético, donde se ha llegado incluso a trasladar la responsabilidad de un subversivo autoquemado con su criminal bomba molotov, culpando por ello a supuestos perdigones, disparados por un carabinero. A esta distorsión severa de la realidad, de los derechos y deberes ciudadanos contribuyen frases tan desafortunadas como la que motiva a escribir estas líneas. Pero, más allá de la frase, preocupa sobremanera la debilidad conceptual de quienes las emiten. ¿Será que el cobarde asesinato de Jaime Guzmán, logró castrar la intelectualidad de algunos de sus más conspicuos seguidores? O, tal vez, ¿será que la clara doctrina que les enseñó ha sido desvirtuada por el progresismo populista? Hay diversas formas de ejercer el liderazgo, pero en todas ellas se encuentra implícita la responsabilidad del líder de guiar a quienes le han entregado su confianza y esperan su conducción. Muchas veces el líder no busca ser considerado como tal, pero cuando ello ocurre es inevitable que se haga cargo de sus seguidores. Ello implica ejercer la Autoridad, sin complejos y dentro del ámbito que el cargo le otorga. Si no lo hace, se transforma en un falso líder o peor aún, en un líder populista, vulgarmente calificado de “populachero”. Resulta barato caer en el populismo, pero el daño que éste causa a la ciudadanía es enorme e imperdonable. Hace muchos años nos engañaron con una “revolución en libertad”, seguida de una “revolución de las empanadas y el vino tinto”, de triste final. Nos levantamos del desastre en que nos dejó la aventura socialista y disfrutamos de largos años de paz que nos llevaron a un inédito nivel de desarrollo. De regreso al sistema democrático tradicional, la prudencia de los primeros años permitió consolidar una nueva forma de vida para nuestra sufrida población. Lamentablemente, los años de progreso se ven ahora amenazados por una conducción carente de la necesaria Autoridad y proclive al populismo, en todas sus líneas. Especial repudio merece esta desgraciada tendencia cuando ella proviene de un sector que se fortaleció al alero de aquellos que gobernaron sin otra ideología que la del Bien Común, creando las bases que nos llevaron a disfrutar de una condición de vida envidiada por el resto de Latinoamérica y que hoy vemos peligrar por su debilidad conceptual y falta de voluntad. El riesgo es enorme, al dejar que la nave derive hacia aguas turbulentas, pudiendo terminar encallada en las rompientes de una izquierda cada vez más corrupta.